La indigesta ensalada zurda

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Con la estrategia de AGE y Podemos sin definir, el PP calcula que podría seguir en Ravella pese a perder votos y concejales

25 ene 2015 . Actualizado a las 13:58 h.

Que el Partido Popular de Vilagarcía se encamina hacia un severo correctivo electoral en mayo es algo que, de puertas adentro, parecen haber asumido las mentes mejor amuebladas de la gaviota. Las encuestas auguran un pésimo resultado para los intereses del alcalde, Tomás Fole, que según el barómetro elaborado en noviembre por Sondaxe perdería 2 de sus 10 concejales, seis puntos en porcentaje de voto y cualquier posibilidad de obtener la mayoría absoluta. La nota que los vilagarcianos otorgaban entonces al bipartito conservador, un 3,99, no es para echar cohetes tras la histórica oportunidad que su acceso al gobierno local ofreció en el 2011 al PP tras veinte años de gestión socialista.

Sin embargo, si algo ha caracterizado a Fole desde sus primeros pasos en la política municipal, allá por el 2003, es un optimismo a prueba de obuses. Es así como, por mucho que los problemas se multipliquen, que las relaciones con las asociaciones de vecinos empeoren, que las inversiones de inconfundible aroma electoral movilicen ahora, a contrarreloj, dos millones de euros en la ciudad después de tres años de frustrante sequía, y que conflictos como el de Lantero evidencien una preocupante falta de sintonía por parte de la alcaldía, es así, decíamos, como, contra viento y marea, el entorno del regidor calcula que su equipo podría seguir en Ravella aunque las urnas confirmen el batacazo.

En esto sucede como en el fútbol. Cuando uno anda perdido, deja de depender de sí mismo para encomendarse a lo que hagan los demás. En su momento hubo ruido de sables, pero, a la espera de que se escenifique su confirmación oficial, está claro que Fole repetirá como candidato del PP. PSOE y BNG han despejado el camino al optar, respectivamente, por Alberto Varela y María Villaronga. Así que en Vilagarcía restan tres incógnitas por despejar: qué piensa hacer Esquerda Unida, si es posible reeditar la coalición de AGE, crear una nueva plataforma o las escisiones en Anova se aliarán con Podemos en Somos Maioría, y el futuro de Cholo Dorgambide e Ivil. La gaviota pone sus huevos en la esperanza de que la ensalada por la zurda resulte indigesta y difícil de ligar en un gobierno común, al tiempo que los independientes no le jueguen una mala pasada. Si el PSOE lo logró con 6 en 1991, con 8 también se puede gobernar, parece pensar el alcalde, emulando, muy a su pesar, al socialista Javier Gago.