Una furgoneta que circulaba marcha atrás embiste a un coche que entraba en su garaje en Ramón y Cajal

a.g. vilagarcía / la voz

AROUSA

El suceso es la prueba de los desmanes que se producen en este vial

24 may 2016 . Actualizado a las 10:47 h.

Era cuestión de tiempo que, más allá de los sustos cotidianos, surgiese el primer incidente importante en el circuito automovilístico en el que se han convertido las calles Ramón y Cajal y Arapiles. Y sucedió en la tarde del pasado sábado. Alrededor de las seis de la tarde, una furgoneta de reparto embistió a un coche que estaba entrando en su garaje. Lo más curioso, lo más peligroso en realidad, fue que el vehículo de reparto estaba circulando marcha atrás y que no se percató de la presencia del automóvil al que golpeó pese a los avisos tanto del conductor como de algunos de los viandantes que estaban en la zona.

El choque destrozó el lateral del coche que estaba entrando en su garaje pero, afortunadamente, no provocó lesiones a ninguno de los ocupantes de ambos vehículos. El suceso no pasaría de anecdótico si no fuera la prueba más inmediata de que los desmanes que se producen en la zona son habituales. De hecho, la preocupación ha llegado a los despachos del Concello. El concejal de Seguridade Cidadá se reunió el pasado viernes con los responsables de la Policía Local para analizar lo que sucede, no solo en Ramón y Cajal y Arapiles sino también en calles como Valle-Inclán o incluso en la plaza de España, y en la cita se decidieron adoptar una serie de medidas para intentar frenar los excesos automovilísticos. De tal forma que comenzará una campaña de vigilancia intensiva de los accesos a las zonas peatonalizadas y se reforzará la señalización para recordar la prohibición de circular por esas calles con la única excepción de los usuarios de los garajes y de los vehículos comerciales en horario de carga y descarga. Revisar las zonas habilitadas para el reparto de bultos es la tercera tarea.