Una promoción ardua y hasta incomprendida

Celestino Lores LA VÍA A COMPOSTELA

AROUSA

25 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando en el Xacobeo de 1993 un grupo de 50 peregrinos y peregrinas pontevedreses iniciamos en la orilla del Miño la primera peregrinación organizada, siguiendo la senda del viejo Camino Portugués, no imaginábamos el crecimiento tan espectacular que tendría, con peregrinos de los cinco continentes. Hasta 1999 la promoción del Camino Portugués no fue tarea fácil y el trabajo de los Amigos del Camino fue arduo y hasta incomprendido. En el Año Santo de 1999 se produce la primera gran explosión de peregrinos, sobre todo de Portugal, y se crean los primeros albergues oficiales. El éxito actual hay que buscarlo en varios factores, el primero la masificación del Camino Francés frente al Portugués, que hace que los peregrinos busquen otras rutas. La segunda es la fácil comunicación desde los distintos lugares del mundo al Camino Portugués vía los aeropuertos de Faro, Lisboa, Oporto, Vigo y Santiago. La tercera, los pocos días para su realización: 10 días desde Oporto; 5, desde Tui; 25, desde Lisboa; y 31 días desde Faro. Belleza natural, historia y cultura -el trazado principal corresponde a una vía romana por tanto tiene dos mil años- son sus aliados. El gran enemigo, que desde el principio tratamos de evitar, es la masificación y los abusos al peregrino y esperamos que cuando en el próximo Año Santo 2021 lleguemos a los 100.000 o 120.000 peregrinos estemos preparados. Que se hayan abierto rutas alternativas como el Camino Portugués de la Costa o la Variante Espiritual del Camino Portugués hacen que los peregrinos puedan distribuirse y evitar la masificación, añadiendo a ello la hospitalidad y el buen hacer de las gentes por donde pasa.