Aquella noche en la que el cielo se desplomó sobre la capital arousana

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

27 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando los vilagarcianos vean caer el sol esta tarde se cumplirán diez años exactos desde aquel 27 de noviembre del 2006 en el que el agua reclamó sus antiguos dominios, inundando el centro de una ciudad construida sobre la ría. El cielo vomitó 109 litros por metro cuadrado sobre la capital arousana en 24 horas. La mayoría, entre las dos del mediodía y las diez de la noche. Los daños alcanzaron un volumen terrorífico. Solo el consorcio de seguros desembolsó 26 millones de euros para hacer frente a cinco mil reclamaciones. No es extraño que el temor a que algo así se repitiese atenazase a los ciudadanos, que recibieron con las manos abiertas el anuncio de una decidida intervención para remediar, en lo posible, tanto daño infligido durante más de un siglo a sus ríos y humedales.

El cauce urbano de O Con se iba a ampliar hasta una anchura de catorce metros. Todos los puentes iban a ser sustituidos. El relleno bajo el que desemboca, eliminado. Diez años más tarde, lo único que se hizo aquí abajo fue dragar el río. Y allá arriba, automatizar el embalse de Castroagudín. Mejor no elevar la mirada hacia las nubes. No hay que mentar a la bicha, porque casi todo está igual que entonces. La inversión necesaria para un blindaje en condiciones se cuenta por millones y excede con mucho la capacidad del Concello. La Xunta dice que sí, que alguna vez empleará 8 millones de euros. Pero no aclara cuándo llegará ese día. Y ya se sabe que lo que puede ir mal acostumbra a salir peor.