Un estudio revela la necesidad de crear un protocolo de traslados pediátricos

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

El Hospital do Salnés realiza una media de una evacuación de un niño cada semana

01 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Transporte pediátrico secundario en un hospital comarcal» es el título del estudio que ganó uno de los premios en el congreso de SEMES que se celebró la pasada semana en Vigo. Un estudio que lleva la firma de la pediatra Yolanda González Piñeiro, los enfermeros de urgencias Carlos Pérez Rodríguez y Jorge Caínzos Pousada y la médico de urgencias Goretti Sánchez. Todo bajo la coordinación de Tato Vázquez. Un estudio que, más allá de los datos, revela la necesidad de crear un protocolo de este tipo de actuaciones que, por ejemplo y en el caso del Hospital do Salnés, tienen una casuística destacada. Según revela el informe -que se ciñe al período entre el 2011 y el 2013-, por ejemplo, «con la dotación y estructura de nuestro hospital, observamos que entre un 1,5 % y un 2,5% de los nacimientos precisan de transporte neonatal».

El estudio recogió durante tes años todos los traslados pediátricos que se realizaron desde el Hospital do Salnés, un trabajo inédito en Galicia y muy raro en otras comunidades autónomas. Las carencias del centro, que no tiene cirugía pediátrica o ucis, incrementa la frecuencia, con una media de 60 al año y el pico de los últimos meses del año por las patologías respiratorias.

La intención del trabajo era analizar la situación y, a partir de ahí, sacar alguna conclusión. «Sería ideal que en Galicia, que tiene muchas hospitales comarcales, se crease un protocolo de transporte pediátrico», apunta Yolanda González. El premiado estudio revela la necesidad de que cree ese protocolo. La cifras son innegables: en el período 2011-2013 se realizaron 153 traslados: una media de uno por semana.

«Nunca te habitúas a ir en la ambulancia»

Los traslados neonatales son muy distintos a los que se realizan con los niños mayores o los adultos. Los enfermeros están en una continua formación y en permanente relación con los pediatras. Curiosamente, y en opinión de Yolanda y de Carlos, el hecho de trabajar en un hospital comarcal ayuda a que ese feedback sea mayor. «Cualquiera que haya trabajado también en un hospital mucho más grande dice que se siente mucho más apoyado en un centro más pequeño que realiza habitualmente este tipo de traslados», dice la doctora González.

Carlos Pérez resalta las diferencias entre realizar un traslado entre un neonato y un adulto. «Tienes que tener muchísimas más tablas -subraya- porque está en una cuna y debes tener muy claras las cosas que vas a hacer. No puedes manejarlos constantemente. Cambia mucho. Hay que tener una formación específica. No es lo mismo manejar un bebé que pesa tres kilos y necesita unas dosis concreta de un fármaco a un adulto de setenta kilogramos, en el que las dosis pueden ser estándar».

La tranquilidad que desprenden los médicos y los enfermeros que realizan sus funciones en momentos de tanto estrés es una de las cosas que más sorprenden a quienes los observan desde la distancia. «Puedes tomarte la cosas con mucha tranquilidad, y pensar ‘no va a pasar nada, vamos a ir tranquilamente y será un mero paseo,’ pero finalmente cuando las cosas se complican no hay tregua», apunta el enfermero Carlos Pérez.

Evidentemente, los enfermos que son evacuados del hospital lo hacen convenientemente estabilizados. «Prima atender el paciente a la ubicación», subraya Carlos. La clave es que hasta que el paciente está realmente en condiciones de ser trasladado no se mueve. Algo que implica que, por ejemplo, en el caso de los más jóvenes sean los servicios de pediatría y de urgencias quienes se tengan que hacer cargo de todo. De ahí que la enfermería y los facultativos del Hospital do Salnés estén muy preparados y sean un ejemplo. «No es lo común en otros hospitales», sostienen. Y congresos como el que se celebró la pasada semana en Vigo sirven para refrendar esa sensación.