Medio centenar de bodegas acreditan la calidad de las viejas añadas de Rías Baixas

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

CEDIDA

El consello regulador organiza la tradicional cata para elegir las mejores elaboraciones de cosechas anteriores

01 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada dos años, el consello regulador de Rías Baixas organiza la conocida como cata de las añadas, un certamen al que se presentan vinos de cosechas anteriores con el fin de demostrar sus posibilidades. De dejar claro que el albariño puede ser perfectamente un vino de guarda, que gana en calidad con el paso del tiempo. Al concurso de este año, que se celebró ayer en el Hotel Villa Real de Madrid, se presentaron un total de 96 marcas de 46 bodegas diferentes.

El panel de cata que se encargó de valorar estos albariños estaba formado por 31 expertos, 23 profesionales externos y ocho integrantes del consello regulador. Su misión era la de puntuar las 96 elaboraciones a concurso. Aquellas que obtengan más de 82 puntos recibirán la Colleita de Prata, las de más de 85 la Colleita de Ouro y las que superen los 92 puntos obtendrán la Gran Colleita de Ouro. Buena parte de las muestras que se presentaron en esta ocasión, alrededor de medio centenar, pertenecen a las añadas del 2014 y 2013. Pero también hay otras trece del 2012, doce del 2011, quince del 2010, cuatro del 2009, una del 2008 y dos del 2007. La botella más antigua de esta edición es una del 2003, es decir, que tiene trece años de antigüedad.

La iniciativa busca poner en valor las posibilidades de guarda que tienen las diferentes elaboraciones de Rías Baixas. Un proyecto en el que el consello regulador lleva años trabajando, para acabar con el mito de que el albariño es un vino que debe beberse en el año. La evolución de este certamen, donde la participación de las bodegas casi se ha duplicado en los últimos años, deja claro que poco a poco se está consiguiendo.

Aprovechando esta cata, el consello regulador organizó también un túnel de las añadas. El mismo se celebró por la tarde en el Hotel Villa Real de Madrid. En él, profesionales y prescriptores del sector pudieron degustar todos los vinos que participaron en el concurso y comprobar, por sí mismos, la calidad de los albariños de cosechas anteriores.