La moción de censura del Liceo Casino fracasa y Castro mantiene la presidencia

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

martina miser

El máximo responsable de la entidad cifró la deuda actual en medio millón de euros

28 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No llegaba ni mucho menos a aquellos años en los que las asambleas se realizaban en la desaparecida pista de baloncesto, pero había ambientillo ayer en la sede del Liceo Casino ante la convocatoria prevista para anoche en la que como principal punto del orden del día se debatía la moción de censura contra Antonio Castro. Ambiente crispado que se hizo notar desde prácticamente la primer intervención ,pero que se saldó con el fracaso del sector crítico y el triunfo en la votación del presidente, que seguirá como máximo responsable de la entidad.

Blanco, el portavoz crítico

Fue José Luis Blanco, como ha venido sucediendo en los últimos tiempos, quien ejerció de portavoz de los descontentos con la gestión de Antonio Castro. Antes incluso de que se procediera a la lectura del acta de la anterior asamblea ya apuntó en que no había nada lógico en el proceder de la junta directiva. A partir de ahí se sucedieron toda una serie de reproches de los más variopinto (ganchos desnudos en la pared, trofeos desaparecidos, ausencia de inventario...), amenazas - «esto va a llegar al Fiscal General», dijo- y alguna acusación personal que no venía al caso, que precedieron a la votación. Y la votación sonrió al actual presidente. La propuesta de moción de censura consiguió 33 votos a favor, 46 en contra y 1 abstención por lo que fue rechazada. Hubo varios votos delegados tanto por la parte oficialista como por la crítica. Blanco aseguró que a partir de ahora destinará los 25 euros de la cuota mensual a Cáritas, «que tendrán más utilidad que si te los doy a ti», le dijo al presidente.

Tras perder la votación la mayoría de los críticos con la gestión del presidente abandonaron la sala mientras Castro procedía a exponer su proyecto de futuro. Un proyecto hipotecado porque reconoció que la deuda de la entidad ronda el medio millón de euros y para intentar seguir con vida solo encuentra el máximo responsable un par de soluciones: negociar una quita con los acreedores de al menos el 70% y proceder a la venta de la sede.

A partir de ahí, Antonio Castro aseguró que está muy cercano un acuerdo con un grupo inversor que invertiría unos dos millones de euros en unas instalaciones deportivas que alquilaría al Liceo. El presidente asegura que el asunto se cerrará en un plazo de diez o quince días. La otra perspectiva es mucho más negra y consistiría en poner el punto y final a las distintas secciones de la entidad. Algo que, como apuntó el socio Simón Sabariz, supondría su defunción y que el actual presidente aseguró que él no está dispuesto a realizar.