«Formarse y divertirse genera más bienestar que ganar un partido»

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El nuevo fichaje del CLB considera que los clubes deberían apostar de verdad porque el deporte huya de la violencia

09 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Alejandra Rodríguez (Madrid, 1992) es el último fichaje del CLB. Un fichaje especial porque es psicóloga. Una figura nada habitual por el momento en los clubes pero que empieza a hacerse un hueco en los cuerpos técnicos, y que, viendo lo que sucede con cierta frecuencia en algunos acontecimientos deportivos con los comportamientos de sus protagonistas, parece más que necesaria.

-¿Cómo surgió la oportunidad de comenzar a trabajar con el CLB?

-Soy muy joven, pero es el tercer club en el que he trabajado. Estuve un año en la cantera del Estudiantes de Madrid y dos más en el Obradoiro. El CLB quería establecer la figura del psicólogo para la cantera, me lo ofrecieron y les dije que sí. Me hizo mucha ilusión que pensaran en mí. La filosofía del club en cuanto a cómo hay que enfocar el trabajo de cantera y la mía se parecen bastante y fue como la unión perfecta.

-Los de cierto nivel ya comienzan a tenerlo, pero ¿ conoce más clubes de base, como es el CLB, que hayan apostado por la figura del psicólogo?

-Alguno, pero porque te ofrecían la oportunidad de hacer las prácticas de la carrera o del máster más que realmente se lo hayan planteado. Es muy positivo que cada vez más clubes profesionales cuenten con esta figura porque se copia todo. Y si se copia lo malo espero que se acabe copiando lo bueno. No todo debe estar enfocado al rendimiento. Hay que ayudar a que los equipos compartan unos valores. A los niños les genera más bienestar formarse y divertirse que ganar un partido o un campeonato.

-¿Trabaja con todos los equipos o solo con algunas categorías?

-Con todos. Desde minibasket hasta júnior, tanto masculino como femenino.

-¿Qué hace exactamente?

-Al ser un club tan grande lo primero que estamos intentando es conocernos. Hay casi quinientos niños y cuarenta entrenadores y estoy intentando conocer la manera de trabajar de cada uno de los técnicos. A partir de ahí, además de casos concretos que los entrenadores me propongan para gestionar algún comportamiento, lo que queremos es hacer unos talleres de formación para los entrenadores. Pues por ejemplo sobre la comunicación en un tiempo muerto en función del resultado, de cómo sean los chavales...

-¿La presencia en los entrenamientos sería habitual o circunstancial?

-De momento estoy viniendo a todos porque es un principio para poder comenzar a preparar la temporada que viene. Si algún entrenador me pide que le ayude en algo y para ello necesita que vaya a los entrenamientos pues no habrá ningún problema, pero dependerá del caso concreto porque el trabajo también se pueda hacer fuera de la pista.

-Entiendo, por lo tanto, que su trabajo estará más centrado en los entrenadores que en los niños...

-En principio es de cara a los entrenadores pero sí que se pueden ver casos concretos de conductas de los niños.

-¿Y la relación entre padres y entrenadores? Estamos viendo incidentes por todos lados...

-Sí. Me parece lamentable. De hecho hice mi trabajo de fin de carrera sobre la violencia en el deporte de base pero creo que tengo la suerte de que en este club la filosofía del club y las de los padres de los jugadores coinciden y, en principio, no habría que hacer ningún trabajo específico. Se debería apostar de verdad por que el deporte ayude a formar a los niños, y no que vean agresiones.

-¿Y eso cómo se puede atajar? ¿Se ven venir los problemas?

-No hay un plan de intervención claro porque, si no, supongo que todas las federaciones ya lo habrían implantado. Lo que hice en mi trabajo fue valorar en función del deporte si toleraban o no determinados tipos de violencia. Comparé los resultados de niños de 15 y 16 años que no practicaban ningún deporte y en esa misma franja edad unos que jugaban al baloncesto y otros al fútbol y comprobé qué percepción tenían de conductas antideportivas. Fue bastante revelador. En una muestra de unos doscientos niños los que practicaban fútbol eran los que más toleraban la violencia. Y lo compruebas cuando ves un partido por la televisión. Los niños intentan copiar lo que ven e influye mucho cómo se comportan los profesionales de ese deporte. El baloncesto, el tenis, el voleibol.., son deportes muchísimo más limpios. La federación y los clubes deberían planteárselo. Hay que investigar para encontrar una solución al problema y una vez que se haya encontrado habrá que ver si te dejan llevarla a cabo, que esa es otra.

-¿Cómo está siendo la respuesta de los entrenadores?

-La verdad es que bastante buena tanto en este club como en los anteriores. Hay quien directamente ya lo demanda. Ahora, por ejemplo, se dan muchos casos de hiperactividad. Si nadie te forma sobre cómo tratar a ese niño, es más difícil integrarlo en la dinámica del grupo. Igual que hace un tiempo se empezó a demandar la figura del preparador físico ahora comienza la del psicólogo. Cuanto más multidisciplinar sea el cuerpo técnico, mejor.

-¿Y los padres? ¿Cómo lo llevan?

-Tanto en el Estudiantes como en el Obradoiro la respuesta fue muy buena. Solo hubo un caso en el que unos padres no entendían que estuviera trabajando con el equipo de su hijo. Lo entiendo, aunque no lo comparto. Tenemos un tabú muy grande con la psicología. Es muy difícil cambiar algo que está tan arraigado pero, por ejemplo, en la NBA todos los equipos tienen un psicólogo. He tenido la oportunidad de hablar con exprofesionales tanto de fútbol como de baloncesto que me dijeron que en su juventud el psicólogo les ayudó a competir mejor. Supongo que con el tiempo la gente acabará entendiendo que no vas al psicólogo porque estás loco.

«En mi trabajo comprobé que los niños que más toleran la violencia son los del fútbol»

«Hay que apostar por el deporte como formación para los niños, no que estén viendo agresiones»

«Con el tiempo

la gente acabará entendiendo que

no vas al psicólogo porque estés loco»