El mantenimiento de toda su estructura le costaba a la sociedad 50.000 euros anuales

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Que el Liceo Casino se vaya desprendiendo de su antigua estructura no es más que la consecuencia de su calamitosa situación económica. Lastrada por una deuda de medio millón de euros -son datos ofrecidos en la asamblea general de febrero-, la sociedad recreativa se las ve y se las desea para seguir abriendo sus puertas cada día. Hace ya cinco años, quien entonces la presidía, Alfonso Saavedra, se las veía con un consumo anual que, entre el mantenimiento de las instalaciones bajo su órbita y los suministros necesarios, se elevaba a 50.000 euros.

La configuración del Liceo, y con ella sus gastos, está ideada para una entidad compuesta por unos 1.800 socios. Hoy, su número apenas ronda los trescientos. Y a la baja. Se comprenderá que, en semejantes circunstancias, la dificultad de continuar navegando sea extrema. Pero hay más. Una deuda de 80.000 euros, que el Puerto reclama a través de la Agencia Tributaria, ha enviado a la familia liceísta al saco de los morosos, con lo que tampoco puede acudir a subvenciones para sufragar sus actividades.

El tenis de mesa, el baloncesto bajo el paraguas del CLB, la gimnasia rítmica, organizada bajo un club de nueva creación, e incluso el Curtas Film Fest, articulado en torno a una asociación cultural, han emprendido su propio camino. El mismo que ahora emboca la sección náutica. La directiva calcula que el 80 % de ese gasto anual de 50.000 euros lo genera la sede de la calle Castelao. El último bastión también necesita una revisión a fondo.