Dieciséis litros de caña y un vaquero quemado

a. g. VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

25 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Al igual que sucede con la Festa da Auga es difícil dilucidar el año concreto en el que comenzó todo. Sí recordaban el martes por la noche algunos de los vecinos que más tiempo llevan en el barrio algún detalle de aquellas primeras hogueras. Sucedió a mediados de los ochenta. Bastaron para montar la fiesta dieciséis litros de aguardiente y una cachada sobre la que saltar. Hubo quien quemó su vaquero al intentarlo y alguna vecina que estaba preparando las oposiciones y bajó a la calle para reclamar silencio porque necesitaba estudiar. Poco a poco la cosa fue calando y un par de años más tarde apareció María para organizar unos festejos que crecieron de manera exponencial. Pidiendo puerta a puerta consiguió que por As Pistas pasaran las mejores orquestas del momento y que los más pequeños se lo pasaran en grande a lomos de un toro mecánico o jugando en un futbolín gigante. La fiesta de la espuma era otro de los eventos más esperados por los más jóvenes del barrio. Las hogueras de As Pistas se convirtieron en todo un acontecimiento y eran muchos los vilagarcianos que sin vivir en el barrio se acercaban a O Piñeiriño cada 23 de junio a tomar su sardina. Y tan rápido como apareció también desapareció. Un año, a principios de este siglo, ya no hubo sardiñada, aunque todavía se plantaba alguna hoguera, pero poco a poco todo se fue apagando hasta que, ahora, Antonio, Lucas, Rubén y Cris quieren encender el barrio otra vez.