Solicitan quince meses de cárcel para el dueño de seis perros que aparecieron muertos y de otros diez que sobrevivían entre heces

Alfredo López Penide
L. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

GUARDIA CIVIL

El acusado es dueño de una finca en Ponte Caldelas

13 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Quince meses de prisión y tres años y medio de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio relacionada con los animales, así como para la tenencia de animales, son las penas que solicita la Fiscalía de Pontevedra para el dueño de una finca de Ponte Caldelas en la que el Seprona de la Guardia Civil de Pontevedra halló los cadáveres de seis perros.

Los agentes, según relatan desde el ministerio público, accedieron a estos terrenos comprobando que el encausado había construido una serie de galpones de forma precaria. Presentaban elementos cortantes y punzantes al alcance de los animales, el suelo era un barrizal con acumulación de excrementos mezclados con pienso, los cubos que hacían función de comederos y bebederos estaban sucios, los animales carecían de protección frente adversidades meteorológicas y tampoco disponían de ventilación ni de iluminación, no existían elementos de cierre que evitasen posibles fugas, ni suministro de agua potable...

En este espacio y en estas condiciones, los agentes del instituto armado localizaron un decena de perros y cuatro ovejas. Los canes estaban «en condiciones lamentables» y presentaban todos ellos, menos uno, una delgadez extrema debido a que «el encausado no les daba de comer ni de beber, al menos en cantidad suficiente para el normal desarrollo y supervivencia».

El Seprona verificó que todos estaban afectados por la presencia de parásitos externos e internos -desde pulgas y garrapatas hasta bacterias-. E, incluso, dos presentaban enfermedades contagiosas que podrían ocasionarles la muerte, mientras que a un tercero se le diagnosticó una infección bacteriana aguda sin tratamiento.

La Fiscalía considera acreditaron que a cuatro de estos perros su dueño les practicó mutilaciones sin necesidad y sin el adecuado control veterinario. Asimismo, eran visibles cicatrices, heridas y zonas de alopecia

El pasado 16 de Febrero, cuando se estaba procediendo a retirar los perros, la Guardia Civil descubrió los cadáveres de dos canes. Uno presentaba una herida profunda en la parte izquierda de la cabeza que dejaba al descubierto parte de hueso frontal y del músculo, así como otra que dejaba expuesto el hueso frontal con pérdida de ojo izquierdo. Estas lesiones «le fueron causadas una semana antes, aproximadamente, por el encausado ayudándose de un instrumento con filo».

El otro cadáver tenía graves lesiones a nivel torácico que le causaron la muerte aproximadamente dos días antes. La Fiscalía tiene claro que el encausado fue el autor de tales daños.

Añade que, en la finca, se hallaron restos óseos y cráneos de, al menos, otros cuatro perros y una oveja. En cuanto a los canes, estos «murieron debido a las deplorables condiciones en las cueles el encausado los mantenía en dicho lugar»