El teniente coronel jefe de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia, Francisco Javier Molano, descartó ayer la presencia de un segundo vehículo en el accidente mortal ocurrido el lunes por la noche en la PO-300 a su paso por la parroquia de Oubiña (Cambados). Yésika Bernárdez Gómez tenía 21 años y vivía a pocos metros de donde se produjo el siniestro, en el lugar de As Travesas, en la parroquia de Tremoedo (Vilanova de Arousa). La víctima ocupaba el asiento del copiloto de un Citroën Saxo que conducía M. B. R. F., una joven de 18 años vecina de Sanxenxo que tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario tras sufrir un ataque de ansiedad y varias heridas. Su estado, en principio, no revestía gravedad.
Según informaron los servicios de emergencias que se desplazaron el lunes al lugar del accidente, fue la propia conductora la que explicó en el lugar de los hechos que se salió de la vía con el fin de evitar a otro vehículo que supuestamente habría invadido su carril, pero este extremo no ha podido ser confirmado por la Guardia Civil
El coche, que circulaba en dirección a Cambados, apareció en la cuneta del lado contrario tras golpearse con una tajea y volcar, según la hipótesis que manejan los servicios de emergencias que acudieron al lugar.
La joven, que falleció prácticamente en el acto, será enterrada a las cinco y media de esta tarde en el cementerio parroquial de Tremoedo. La noticia de su muerte causó una gran consternación en su parroquia, donde vivía con sus padres y sus hermanos menores. Según testimonios recabados ayer, la joven acompañaba a una jugadora del equipo de fútbol de Ponte Arnelas que iba a buscar a otra jugadora a Cambados para entrenar. La fatalidad hizo que se quedase en el camino.