Los cambadeses pueden coger la madera sobrante de la tala de árboles realizada en A Pastora

La tala de árboles que se realizó la semana pasada en A Pastora (Cambados) ha dejado una gran cantidad de madera tirada en el monte. Los troncos más grandes fueron retirados y apilados en la parte baja pero las ramas y las piñas quedaron desperdigadas por la ladera oeste a la espera de que la empresa contratada por el Concello para este fin las retire. Antes de que esto ocurra, si algún vecino quiere aprovechar esta leña para uso propio podrá hacerlo. El fin de semana ya había particulares haciendo acopio de madera para sus cocinas y chimeneas y el Concello no pone ninguna cortapisa, al contrario. Al tiempo que los vecinos se ahorran unos euros en leña para calentarse este invierno se consigue limpiar el monte de forma gratuita, de modo que el concejal de Medio Ambiente, Víctor Caamaño, anima a todo aquel que lo desee a cargar la carreta en A Pastora.

Esta tala sirvió para despejar la parte frontal del mirador, donde ya no había vistas a la ría debido a que los pinos crecieron demasiado. Desde finales de la semana pasada vuelve a ser posible divisar la Ría de Arousa y toda la fachada litoral de Cambados desde la atalaya coronada por la cruz de piedra. Se cortaron varios pinos pero ayer todavía no había acabado la tala pues también se van a retirar las acacias negras que tienen carácter de especie invasora y se va a podar y rarear con el fin de que robles, castaños y otras especies autóctonas tengan espacio suficiente para desarrollarse a lo ancho más que a lo alto.

Lo que iba a ser solo una tala para recuperar las vistas del mirador se ha convertido en una operación de mayor envergadura. Caamaño considera que en los últimos años se ha hecho una excesiva «humanización» de A Pastora, dándole un carácter de parque más que de monte tradicional. Poco a poco quiere recuperar el carácter genuino de este espacio dándole protagonismo a las especies autóctonas «porque o bonito da Pastora é que pareza un monte», señalaba ayer. No le gustan al concejal de Medio Ambiente los setos que se plantaron en la subida al mirador ni los plátanos que flanquean el pasillo que da acceso a la capilla, pero estos ya no se van tocar porque están muy crecidos. Solo se van a talar los que estorben, como el que está situado al pie de la carretera. De hecho, en el futuro, no se descarta ampliar este cruce con el fin de mejorar la seguridad vial en la zona.

Una vez que concluya la tala y se limpien las ramas se procederá a recuperar los senderos que atraviesan el monte, que ahora, en parte, están ocultos por las ramas de los pinos.

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