La huelga paraliza el bus urbano y el transporte escolar en Vilagarcía

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

Las compañías de autocares aclaran que hoy sí deberían funcionar todos los servicios

22 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A diferencia de lo que ocurrió en Cambados, el martes, primero de los dos días de huelga consecutivos convocados en el sector del transporte por carretera, apenas marcó diferencia alguna para los servicios de autobús de Vilagarcía. Todas las líneas funcionaron con normalidad. También las del transporte escolar, incluidas por la Xunta dentro de la categoría de servicios mínimos. Todo cambió ayer. El paro paralizó por completo los desplazamientos en la capital arousana. Poco importó que se tratase de las rutas del bus urbano o de los autocares que llevan y traen a los alumnos de colegios e institutos. Ninguna de ellas funcionó.

Cierto es que algunos buses arrancaron el día con normalidad. Los que a diario trasladan a los chavales desde Guillán y A Caldihuela hasta el instituto Miguel Ángel Pérez Estévez, por ejemplo, pudieron cubrir su ruta sin mayores problemas a eso de las ocho y media. Servidas por la compañía Pereira, adquirida recientemente por Benito Abalo, las líneas escolares no deberían haber sido cortadas por las movilizaciones. Sin embargo, como ya había sucedido el lunes en otros puntos de Galicia, el pacto no se cumplió y también ellas se vieron paralizadas al poco tiempo. Los propios conductores informaban a sus jóvenes pasajeros de que probablemente tendrían que regresar de los centros educativos por sus propios medios, como así acabó sucediendo.

No gustó demasiado este cambio de planes entre algunos padres, quienes, sin entrar a cuestionar las motivaciones de los trabajadores a la hora de movilizarse, sí quisieron llamar la atención sobre el hecho de que en determinados centros todavía se están celebrando exámenes, de que varios chavales se habían quedado solos en las paradas, y de que recogerlos tras las clases obligó a sus familias a modificar su ritmo laboral sobre la marcha.

Un aspecto que generó gran confusión tiene que ver con la duración del paro. La convocatoria se ciñe a los martes y los miércoles y tiene carácter indefinido. Esto quiere decir que, en tanto no se alcance un acuerdo, la huelga se repetirá en semanas sucesivas. Claro que el curso escolar concluye el viernes, un factor que restará contundencia a la huelga. Así que en determinados círculos comenzó a extenderse la idea de que tampoco hoy habría ni bus escolar ni transporte urbano. Las compañías del sector, sin embargo, lo desmintieron. Todos los servicios deberían recobrar hoy su funcionamiento normal a la espera de lo que ocurra la semana que viene.

Algunos padres

se quejaron de

que varios niños

se vieron solos en las paradas

Elevada presencia de conductores entre los piquetes

En la movilización de esta semana se entremezcla la reivindicación de un nuevo convenio para el sector -no se renueva desde el 2011- con los temores que el nuevo plan de transporte público de la Xunta genera entre los trabajadores, quienes aseguran que su entrada en vigor destruirá un millar de empleos. Algo que niega en redondo la consellería. Convocan UGT, CC. OO. y CIG, con una inusual presencia de conductores entre los piquetes.

Alumnos y viajeros de O Grove se pasaron dos días en tierra a cuenta de la movilización

El martes fue un día complicado para los usuarios del transporte público por carretera, tanto en Cambados como en O Grove. Sus respectivas estaciones de autobuses permanecieron bloqueadas y sin servicio. Ayer la presión fue cediendo en la villa del albariño, donde los vehículos comenzaron a circular tras una primera jornada de paro absoluto. En tierras mecas, en cambio, la huelga prosiguió en los mismos términos. En resumidas cuentas, la estación continuó parada.

O Grove es, precisamente, uno de los municipios de O Salnés que más ha peleado por disponer de un transporte público por carretera adecuado y digno de su condición de polo turístico dentro de las Rías Baixas. El Concello meco es uno de los pocos de Arousa que respondieron en su día al llamamiento de la Dirección Xeral de Mobilidade para que colaborasen en el diseño de las líneas que, como la que une la localidad con Vilagarcía, han sido reformuladas y están a punto de ser adjudicadas durante un período de transición de dos años. La decepción de los responsables municipales acerca del documento que la consellería puso en sus manos es proporcional a su implicación en este proceso. El alcalde, el socialista José Cacabelos, considera que la propuesta realizada desde la Xunta en absoluto soluciona las comunicaciones del ayuntamiento. Ni desde el punto de vista interno -lamenta Cacabelos que no se resuelva la ruta entre San Vicente y el centro de la villa- ni desde la perspectiva de una buena conexión con el resto de la comarca y, sobre todo, con la estación de ferrocarril de Vilagarcía.