Medio siglo de viernes santos sin tregua: procesionando de la mañana a la noche

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

El cura José Aldao se estrenó en la Semana Santa de Cambados en 1965

07 abr 2023 . Actualizado a las 20:49 h.

Oficiar los actos de la Semana Santa entra dentro de las obligaciones de un sacerdote, pero lo que no es tan común es llevar medio siglo largo haciéndolo en la misma parroquia y por las mismas calles. Le ocurre a José Aldao, párroco de Santa Mariña Dozo de Cambados, a quien solo la pandemia le impidió salir en procesión. Ayer lo hizo con el Ecce Homo y hoy repetirá, por triplicado, como viene sucediendo desde que llegó a Cambados con 23 años, en 1965.

Fue su primer destino, como coadjutor, y ya nunca se marchó de la villa del albariño. A sus 81 años, delicado de salud y con una agenda recargada por culpa de los entierros de estos días, afronta un nuevo Viernes Santo sin tregua. El primer asalto será a la 9.30 horas con motivo del Santo Encuentro en la plaza Alfredo Brañas. Las previsiones apuntan a una mañana espléndida de primavera, lo cual contribuirá a dar realce a la comitiva que saldrá en procesión hacia la plaza de Fefiñáns -en la imagen-.

Martina Miser

A las 12 horas estará en el viacrucis de los jóvenes para, ya después de comer, volver a la iglesia a las cinco para la liturgia de la pasión y muerte de Jesús. A las siete de la tarde comenzará el desenclavo en la iglesia de San Benito y una hora después saldrá la procesión más solemne, la del Santo Entierro. Todavía le quedará por delante otra cita, la de las 22.30 horas con motivo de la procesión de la Soledad —la que más le conmueve por el silencio que la acompaña, cuenta— a la que seguirá un sermón en Fefiñáns.

Es el Viernes Santo de Cambados uno de los más intensos de la comarca y será el de hoy el número 57 para don José en Cambados. Aunque en el guion de la liturgia caben pocas innovaciones, algunas cosas han cambiado desde que desembarcó en el pueblo. Ahora hay menos jóvenes participando en los actos, pero los que asisten lo hacen con entusiasmo, afirma el sacerdote, lo cual supone para él un revulsivo. En el lado positivo de la balanza sitúa también el hecho de que hay más gente dispuesta a colaborar en la organización de la Semana Santa y en participar. «Sobre todo despois da pandemia, o ano pasado, vin que había moitas gañas de volver a celebrar a Semana Santa», cuenta.

A Aldao sigue emocionándole el silencio de la procesión de La Soledad y la sonoridad de la música de la banda cuando reverbera en la piedra del casco histórico de la villa. Pasadas las procesiones, el fin de semana todavía le espera la vigilia pascual, mañana las 22 horas en la iglesia parroquial, y la eucaristía con los bautismos comunitarios del Domingo de resurrección.

Cerrará su agenda de abril con la Pascua Xoven, que se celebrará en Vilagarcía los días 21, 22 y 23 y que este año cumple sus bodas de oro. Es un motivo de orgullo, dice el cura, por lo redondo de la efemérides y porque en estos 50 Cambados nunca falló.