Medio siglo en un bar «muy nuestro»

hugo portela / B. C. CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

O Noso Bar pasó de ser un lugar para ir de tapas a un negocio en el que también se sirven comidas. En su larga vida pasó por varias reformas y una pandemia sin perder el ambiente familiar del que presume

21 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya han pasado 50 años de aquella noche de San Juan de 1973 en la que José Brea y su mujer Lola fundaron O Noso Bar en Castrelo (Cambados). A día de hoy, su hijo Toño, actual encargado del negocio, cuenta que el proyecto de este local estaba pensado para iniciarse en Santiago de Compostela en un inicio. La idea era que fuera un bar de tapas y así comenzó en su día cuando se inauguró en Cambados.

Brea recuerda con cariño muchos de los buenos y malos momentos que pasó en el establecimiento, pues desde que él nació, O Noso bar ya estaba ahí, creando ese ambiente familiar y cercano que a ellos tanto les gusta. Los clientes suelen ser la fiel representación de un local y O Noso Bar no es una excepción en este sentido. Tanto es así que si se escogió ese nombre fue, precisamente, para que la gente se sintiese como en casa, en un bar que es más que un lugar para ir a beber y comer, un lugar para estar en familia y entre amigos, según explica el fundador, José Brea.

Medio siglo después, su hijo Toño habla de una relación de amistad y confianza porque, además, muchos clientes son habituales desde hace años. «Son poucos, pero algúns levan vindo durante os cincuenta anos do negocio, e a día de hoxe teñen case 70 anos e xa viñan con 14 ou 15 cando traballaban na obra do bar», explica emocionado.

Entre sus motivaciones está continuar con el legado de sus padres, asimismo aclara que nunca se le pasó por la cabeza dejar o traspasar la empresa. «A pesar de que é un traballo moi escravo nunca pensei en nada diso», reconoce.

Durante los últimos años, O Noso Bar también sufrió las consecuencias de las dos crisis económicas más grandes de la historia de España, tanto la del 2008, como la provocada por el covid-19. «Foi unha época moi difícil, ademais o Concello de Cambados estivo moi castigado no ámbito da hostalería. Tamén quero agradecer á clientela porque moitos deles seguían vindo e preocupáronse por nós e a todos os traballadores que estiveron con nós».

El local pasó de ser un bar de tapas a un restaurante convirtiendo el jamón asado, los pinchos morunos o los callos en los productos más demandados de la carta.

Las crisis fueron duras, pero no todos fueron malos tragos. Toño también recuerda con mucho cariño momentos muy felices de su vida que pasó en O Noso Bar. No solo aquellos en los que el negocio funciona bien económicamente, sino también aquellos más emotivos vividos con clientes, como las tres veces que tocó la Lotería de Navidad que cada año saca a la venta O Noso Bar. Es otra manera de hacer piña entre la clientela, y qué mejor que un pellizco para celebrarlo. También recuerda el bar en su infancia, cuando eran sus padres los encargados. «Outro momento moi emotivo para min é cando eu era pequeno e xuntábase moita xente para cantar panxoliñas na noite de Nadal», recuerda Brea. Por aquel entonces, el bar tuvo que ser ampliado, ya que poco después de su apertura tuvo bastante éxito y sus padres se vieron obligados a reformarlo. También recuerda la etapa del 2006, en la que el negocio cogió fuerza y decidieron ampliarlo de nuevo. Tras medio siglo, el heredero de la segunda generación asegura que a pesar del tiempo nada ha cambiado. Sus principales aspiraciones siguen siendo las mismas, que el negocio funcione y mantener esa buena relación con los clientes. Él lleva en el bar desde el 2001, «eu non sei facer outra cousa, o bar ten un ano máis ca min e levo toda a vida aquí coma quen di», declara Toño. Sobre el futuro del negocio, tiene ciertas dudas sobre si alguno de sus dos hijos querrá coger las riendas del negocio. «A nosa filla maior está facendo unha carreira e non se lle vexo intencións de coller o negocio, o pequeno non sabemos porque aínda é moi novo». Lo único que está claro es que él continuará con el negocio hasta que se jubile si todo sale según lo previsto.

O Noso Bar presume de clientes veteranos y cercanos, pero también de visitas ilustres que se pasaron por allí a propósito de la Festa do Albariño de Cambados. Es el caso del cantante Diego Martín y, por supuesto, algunos políticos gallegos como Ana Pastor, expresidenta del Congreso de los Diputados. También mencionaron el paso de algunos futbolistas que compitieron en el Arousa Fútbol 7, como los hermanos Obama que jugaron en el Atlético de Madrid.