Rúa Ourense de Cambados agoniza: cuatro tiendas y un bar echan el cierre

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

Esta céntrica calle pierde actividad frente al despegue de Fefiñáns

07 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Rúa Ourense no puede estar más céntrica. Situada al lado de la casa consistorial, ocupa un lugar privilegiado en el callejero de Cambados, lo cual actúa como un incentivo a la hora de abrir un negocio. Hasta hace poco era raro ver un bajo comercial vacío y en cuanto cerraba una tienda aparecía otra para darle el relevo, pero la situación está cambiando. En pocas semanas habrá más locales que se quedarán vacíos como consecuencia del cierre de otros cuatro negocios.

Ya lo hicieron hace meses la cafetería Xena y Punto Básico y de forma inminente bajarán la persiana la tienda de puericultura Tatá y las tiendas de moda Garupa, Prize y Casaletta —esta última para trasladarse a Fefiñáns—. La actividad comercial quedará limitada al chino de la esquina y los únicos escaparates que alumbrarán a la calle serán los de la cafetería Thelma y el hotel Duende.

Más allá del uso residencial, la calle Ourense está condenada a convertirse en un lugar de paso y al que acudir para hacer trámites administrativos en las oficinas municipales situadas en el edificio de los antiguos juzgados, un escenario que no favorece la implantación de nuevos negocios, más bien los ahuyenta. La tienda Casaletta es un claro ejemplo; abrió en mayo sus puertas y, a la vista del panorama, hará las maletas este mes.

Los altos precios de los locales tampoco ayudan. En esta calle se alquila un bajo de 120 metros cuadrados por 1.200 euros al mes, pero las calles Ourense y la paralela Pontevedra no son lo que eran y los propietarios se están viendo abligados a bajar los alquileres. Ahora la milla de oro está en Fefiñáns, en el eje que conforman la calle Real y Príncipe, donde los alquileres rondan entre los 1.200 y 2.000 euros. La avenida de Vilariño y Rúa Nova son otros de los focos de interés para el comercio frente a la calle Hospital, que pese a estar en el corazón urbano, sigue sin despegar.

El comercio sufre — en los últimos tres anos cerraron en España 75.000, según los datos de la asociación de autónomos Upta— aunque no todos los sectores padecen de igual manera. El textil está resultando especialmente castigado por la competencia de las grandes marcas, de internet y el tirón de las compras de segunda mano, pero el mercado del alquiler se mantiene gracias a otras actividades, según apuntan desde Inmobiliaria Rey. Cierran tiendas de ropa, pero abren establecimientos de estética y belleza, lavanderías y clínicas veterinarias. Eso sí, las condiciones para alquilar son cada vez más duras: «Agora os propietarios piden garantías como un aval bancario ou fianzas de ata seis meses», apunta Juan Rey. Y muy pocos son los arrendatarios que se aventuran a realizar grandes inversiones en el local «cando ante a xente entraba nun baixo con ladrillo».

Desde Inmobiliaria Cambados dibujan un panorama menos optimista y hablan de un «Cambados parado» frente a la efervescencia que presenta, por ejemplo, la vecina Sanxenxo.

Sobra oferta en bajos comerciales y falta para uso residencial. Alquilar un piso para vivir resulta tarea casi imposible debido al bum de la vivienda vacacional. En la villa del albariño y en el resto de la comarca, el mercado de la vivienda está orientado cada vez más al turismo, lo cual está llevando a más de un propietario a plantearse sacar el cartel de se alquila de su bajo para reconvertirlo en alojamiento vacacional.

Habrá que darle una vuelta al Mercado de Nadal para atraer gente

Desde la asociación Cambados Zona Centro siguen buscando fórmulas para incentivar la actividad comercial. Una de ellas es el Mercado de Nadal que organiza en los últimos años con la colaboración del Concello, pero esta iniciativa no acaba de triunfar. Ni el encendido del alumbrado, ni los conciertos ni la carpa consiguieron atraer al público a Torrado este año, de modo que los empresarios que montaron su puesto el 8 de diciembre no hicieron buen negocio.

El presidente de Zona Centro, Juan Rey, opina que hay que hacer cambios y anuncia la convocatoria de una reunión de la directiva, que no descarta abrir a todos los socios, con el fin de abordar cómo se debe afrontar la próxima campaña navideña. La que se terminó arrancó floja por el efecto del Black Friday, pero en su tramo final recuperó, según los datos de que disponen en la asociación.