Madre e hija vacían el armario para salvar a una metasequoia

Bea Costa
bea costa MEIS / LA VOZ

MEIS

MONICA IRAGO

Los 327 euros recaudados ayer en Meis se emplearán en el cuidado de esta exótica especie

25 sep 2023 . Actualizado a las 20:02 h.

Una falda diseñada por Josep Font, un vestido de Amaya Arzuaga, un abrigo de piel, una pamela, prendas personalizadas pintadas a mano por Amai Rodríguez..., de todo un poco y todo muy exclusivo se podía encontrar ayer en el mercadillo solidario vintage celebrado en el pazo La Saleta (Meis). Era el cuarto de estas características y el primero que se montó para salvar a un árbol, que no es un árbol cualquiera. Se trata de una Metasequoia Glyptostroboides, uno de los escasos ejemplares de esta especie existentes en Galicia, que, como otros muchas especies exóticas, llegó a O Salnés gracias a los Gibson. El matrimonio inglés fue el responsable de que la finca de este pazo del siglo XVIII acabase convertido en un jardín reconocido por el Comité Español del Programa Hombre y Biosfera de la Unesco. En él se pueden encontrar especies originarias de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Sudamérica, Estados Unidos, Asia y, por supuesto, Galicia. Un tercio de aquella finca está hoy en manos de la familia Rodríguez Coladas, que no solo conserva sino que alimenta la colección botánica con nuevas especies.

MONICA IRAGO

Una de las joyas de la corona de este jardín de estilo inglés diseñado por la paisajista Brenda Colvin es una metasequoia que se creía extinguida cuando en 1948 se descubrió un ejemplar en China, según cuentan desde el pazo. Sus semillas viajaron a Europa y unos de estos árboles crece ahora en Zacande, aunque corre peligro. Un roble amenaza su supervivencia, porque sus ramas le quitan luz y espacio para desarrollarse y esto obliga a intervenir. Hay que hacer una poda en altura del carballo que cuesta 726 euros y, con el fin de recaudar esta cantidad, los propietarios pensaron que sería buena idea celebrar uno de esos mercadillos que Silvia Rodríguez y su madre Blanca Coladas organizan periódicamente para causas solidarias. Para ello recurren a su propio armario, que tiene mucho y variado. Con el paso de los años cambian las modas y los cuerpos y esto va llenando el ropero de prendas que nunca más se vuelven a poner. Silvia y Blanca quieren darles una segunda vida y algunas de ellas, además de para vestir a otras mujeres de marca y con estilo, servirán para salvar la metasequoia de su jardín. Con todo, tendrán que poner dinero de su bolsillo porque ayer solo se recaudaron 327 euros. Silvia se da por satisfecha porque no solo se trata de ganar dinero, explica, «con esta iniciativa queremos concienciar sobre que el cuidado de los jardines cuesta dinero, el bosque es lo que más gasto da», y en La Saleta hay dos hectáreas por cuidar.

El textil es el género más abundante en sus mercadillos, pero fue con un cuadro que costaba cien euros con lo que se hizo más caja. En las mesas del patio de Sor Aurora se podían encontrar también libros, tazas, pendientes, bolsos y demás complementos que, como todo, salieron del inventario de Silvia y Blanca.

La entrada costaba un euro y hubo quien se llevó de regalo una camelia para plantar en una maceta. No es un flor más en La Saleta. Su jardín forma parte de la Ruta de la Camelia desde sus inicios y en febrero volverá a abrir sus puertas al público para ofrecer visitas guiadas por su bosque lleno de encanto y de gran valor botánico. Y allí, salvo contratiempos, seguirá creciendo a sus anchas la metasequoia más mimada del momento.