Un libro recoge la historia del edificio de A Lanzada, de sanatorio a Pousada

m.a. o grove / la voz

O GROVE

31 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El edificio que acoge actualmente la Pousada de O Grove tiene su origen en un primer congreso de la lucha antituberculosa en Galicia que se celebró en A Toxa en el año 1925. Fue allí donde el doctor Miguel Gil Casares realizó una propuesta para construir el sanatorio de A Lanzada, ubicación elegida porque consideraba que las condiciones meteorológicas de la zona iban a ser beneficiosas para la cura de esta enfermedad. Fue construido en 1927 y «en 1958 foi sede dun colexio de xordomudos e, en 1963, o edificio foi comprado pola Deputación, a cal o destinou a centro de vacacións para nenos da provincia», explicó ayer el presidente de la Diputación Rafael Louzán. La entidad es la editora de un libro que recoge la historia del edificio. 

El inmueble está a punto de entrar en una nueva fase, pues ha sido remodelado para acoger una de las Pousadas do Salnés, «un innovador proxecto único en Galicia que permitirá captar un novo nicho e un novo segmento de mercado turístico que non compite coas actuais prazas hoteleiras», aseguró Louzán. Y eso significa, que este inmueble «sigue así a cumprir coa función social que o caracterizou durante toda a súa historia», concluyó.

La publicación, editada por la Diputación, hace un detallado recorrido por la historia de este inmueble y deja constancia de la importancia que tuvo en su época, pues fue uno de los centros que incorporó los últimos avances en la lucha contra la tuberculosis cuando era esta una enfermedad que estaba diezmando a la población. «Conviene decir que el sanatorio de A Lanzada no fue un simple dispensario antituberculoso, sino un centro de salud para combatir dicha enfermedad y devolver la esperanza a los pacientes», explica el libro. Y esos pacientes eran, principalmente, gentes humildes que carecían de recursos. «Se supo desde un principio que la obra iba destinada a personas humildes y a niños pobres», añade.

El 9 de septiembre de 1959 se hace oficialmente la propuesta para que este edificio acoja un colegio de sordomudos, algo que ya venía haciendo desde un año antes. Años después de que funcionase el colegio, comenzó a ser utilizado como centro de vacaciones para los niños del Hogar Provincial. A él acudían también a descansar corporaciones profesionales, internos de diputaciones de Galicia e incluso jóvenes militares. Hoy siguen siendo muchos los niños que todos los veranos disfrutan de este entorno.