
Alumnos de O Piñeiriño y del Valle Inclán de O Grove tuvieron una jornada práctica en la que conocieron el proceso
20 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La teoría la conocían relativamente bien y la práctica también pareció gustarles a la mayoría. Los alumnos del CEIP O Piñeiriño tuvieron ayer una jornada especial en la que pudieron conocer a fondo todo el proceso del compostaje. Fue una mañana especial porque pudieron tocar, oler, comprobar en definitiva que el material que está en esos contenedores que han colocado en el parque en el que muchos juegan no huele, casi ni mancha, a pesar de lo que puedan escuchar.
Antes de ir a los composteros, los chavales recibieron una charla en la que se les contó cómo funciona el proceso y más tarde, en el parque, más de uno demostraba que había estado atento porque hablaba de los microorganismos como podría hacerlo de los goles de Cristiano. Llegó luego la parte práctica. La más esperada. Tocaba excursión, aunque fuera pequeña porque el parque está apenas a doscientos metros del colegio. Y había cámaras. «¿No quieres ser famoso?», le preguntaba un rapaz a otro mientras le daba un codazo para animarlo a acercarse.
Manos a la obra
Mientras algunos respondían a las preguntas de los medios otros atendían a las explicaciones de la mestra composteira. Eva Villar incitaba a los chavales a que pusieran el estructurante sobre los restos de comida que ella había llevado, para que pudieran aprender como se debe iniciar el proceso -es importante que queden bien cubiertos- y luego les mostraba los distintos estados por los que va pasando el producto hasta convertirse en el compost que finalmente se repartirá entre los vecinos que se han inscrito para participar en la iniciativa.
Había hasta una pequeña banqueta azul para que los chavales pudieran ver sin problemas el interior de los composteros. En uno de ellos han brotado unos pequeñas hongos. En el último, el que contiene el material que pronto se repartirá, los chavales metían las manos sin mayores problemas. Tanto Eva como Lino Mouriño, que también resolvió cualquier duda que los chavales pudieran tener, invitaban a los rapaces a que tocaran y olieran. Y pasaba lo que tenía que pasar, que olía «a tierra» como definió muy bien más de uno.
En O Grove, los alumnos del CEIP Valle Inclán también tuvieron una clase práctica. Descubrieron la vida que hay en los composteros, tanto en los individuales como en los comunitarios. Identificaron a los invertebrados que participan en el proceso, cogiéndolos y observándolos con material de aumento. El centro grovense es uno de los dieciséis de la provincia que participa en el programa que ha puesto en marcha la Diputación para que los escolares aprendan a gestionar la basura orgánica.