El «Chipimar» de O Portiño gana una exitosa edición de Pinchanogrove

leticia castro O GROVE / LA VOZ

O GROVE

CEDIDA

El certamen terminó el pasado domingo tras lograr dinamizar la hostelería

28 mar 2023 . Actualizado a las 11:28 h.

Pinchanogrove ha llegado a su fin, tras dieciséis días de lleno en los locales de hostelería de O Grove, dejando patente la necesidad de este tipo de iniciativas gastronómicas que animan a la gente a consumir. Lo cierto es que los pinchos consiguieron mantener el ambiente en los establecimientos incluso los días laborables, en ambos turnos, el de mediodía y el de la noche, lo cual es de agradecer.

No solo se trataba de comer y beber, había que comentar con los amigos cuál era la mejor tapa y probarlas todas para poder opinar con criterio, y ya de paso recorrer tres o cuatro bares del tirón. Tras el recuento de los votos, o al menos de los que quedaron registrados en el sistema, el «Chipimar da horta» de O Portiño, se alzó por segunda vez consecutiva con el honorable reconocimiento. Ya lo había hecho en el 2017 gracias a su «Carrillepa», que como su nombre indica era una mezcla entre carrillera de carne y arepa. Los pilló un tanto por sorpresa a juzgar por las lágrimas de emoción de la cocinera, seguramente porque repetir hazaña no era fácil. Nadie quiso quedarse sin ejercer su derecho a ser por unos días crítico gastronómico, pues en la Pinchoguía había que votar no sólo el sabor sino también la presentación y la creatividad, y la mayoría coincidió en que el chipirón relleno de vegetales con puré de patata en tinta y almendra era un bocado exquisito. O Portiño resultó agraciado, además, con un triturador gracias al patrocinio de Sammic y Hostelco, junto a Platería 48.

Tras el último servicio, el domingo a mediodía, el promotor de la iniciativa, Alberto Figueiro, entregaba el trofeo a los afortunados, un plato de madera con el logotipo del concurso y su nombre grabado, que pasará a formar parte de la decoración del local, y desvelaba también el nombre de los afortunados en el sorteo de la Pinchoguía, el Pinchiño Noite y las menciones en redes sociales, que pueden consultarse a través de la página web del certamen, poniendo así fin al concurso.

Queda comprobado que la iniciativa sigue teniendo tirón y tras el éxito, la esperanza de clientes y hosteleros es que se implante como una cita anual en el calendario, y que consiga una mayor difusión fuera de las Rías Baixas, porque como reza en los dichos populares «para comer hai xente». Fueron tres semanas de alegría para todos los participantes, porque lo único que pretendían era despertar el interés en los comensales, como así fue.

A pesar de que el gancho eran las tapas, las actividades paralelas organizadas durante el concurso obtuvieron asimismo una buena respuesta por parte del público que se sumó a estas jornadas gastronómicas. Las catas de miel, de quesos y de aguardientes lograron mover a la gente aún cuando la climatología no era favorable para hacerlo, y la carrera de pinchos hizo aflorar de nuevo el carnaval en los mecos. Hubo incluso una sesión de poesía y trucos de magia, así que lo de aburrirse era difícil, quizás lo más complicado con tal programación era volver a casa.