El Arousa se deshace cual azucarillo mientras el Ribadumia coge gripe

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Empatados a 47 puntos, a 5 del hoy cuarto clasificado, ambos vecinos ofrecen sensaciones diferentes. El arlequinado, de impotencia, el aurinegro, de bache subsanable

31 mar 2015 . Actualizado a las 12:36 h.

Ya solo quedan otros 21 puntos más por disputar. Siete partidos con ocho equipos separados por 6 puntos en la lucha abierta por la cuarta y última plaza con derecho a jugar la fase de ascenos a la Segunda B. Un intervalo con el Rápido de Bouzas en el extremo feliz, asentado en el cuarto puesto tras superar 1-2 a uno de sus rivales directos, el Ordes, y el Bergantiños en la punta inferior, a tiro de empate del Arousa, Ribadumia y el propio Ordes.

Los dos representantes arousano en la Tercera División se han quedado sin prácticamente margen de error tras sus respectivos pinchazos del pasado domingo. En el caso del Ribadumia ante un rival, el Silva, al que debería haber derrotado pese a la motivación que proporciona el verse en la cuerda floja, y que poco más hizo en ataque que los dos tantos que le dieron el triunfo sobre los hombres de Gabi Leis (2-1). El Arousa, por su parte, incapaz de marcar ante un adversario directo aún jugando en su campo, A Lomba, con 0-0 final.

Pero aunque ambos vecinos figuran empatados a 47 puntos, 5 por debajo del Rápido de Bouzas, las sensaciones trasladadas hacia el exterior por uno y otro resultan sensiblemente diferentes.

Un cambio radical debería experimentar el Arousa para volver a hacer creíble su candidatura a la promoción de ascenso. Una condición que ha ido perdiendo su valor en un mes de marzo nefasto para los hombres de José Luis Uhía, Piscis. Tocó volver a medirse con los equipos de la parte media-alta de la clasificación y de nuevo el Arousa probó no estar este año a la altura. Siempre predecible, sin la menor capacidad de desborde, el colectivo arlequinado encadena cinco jornadas sin saborear la victoria, en las que ha encajado 10 goles y marcado solo 4, con tres empates y dos derrotas. Y lo peor puede estar por llegar, con el Cerceda y el Pontevedra, segundo y primer clasificados, como próximos rivales en el calendario.

El Ribadumia encadenó el domingo en A Coruña su segunda derrota tras el 0-2 con el que siete días atrás cerraba el paso del Racing Vilalbés por A Senra, en el en teoría su último gran escollo previo a mes y medio de duelos con los equipos modestos de la tabla. A pesar del 2-1 a manos del Silva, en el club aurinegro, sin embargo, sigue reinando cierto optimismo, por cuanto en la directiva aprecian un notable cambio de actitud frente al pasotismo que, critica, mostró el plantel dirigido por Gabi Leis en su último choque en campo propio. Y a estas alturas la actitud también da puntos.