El preparador pontevedrés aspira a mantener el fútbol de toque y competitivo en A Senra
02 jul 2015 . Actualizado a las 13:43 h.José David García Sierra (Pontevedra, 19 de marzo de 1974) es desde el martes el sustituto de Félix Cao en el banquillo del Ribadumia. Cocinero antes que fraile, como jugador fue un trotamundos de la Preferente y Tercera en el Pontevedra, Arousa -dos etapas-, Sanxenxo, As Pontes, Deportivo Grove, Villarrobledo, Santa Comba, Céltiga y Grixoa. En este último equipo se estrenó como técnico en Preferente, para entrenar media campaña al Pontevedra B y dos al Celta de División de Honor Juvenil y una tercera al filial olívico.
-La cantera del Celta es considerada a día de hoy la mejor de España con permiso de la de los dos grandes. Hay quien podría pensar que cambiar el club olívico por un modesto de la Tercera como el Ribadumia, y más siendo segundo del filial de Segunda B, es un paso atrás...
-Estoy totalmente de acuerdo con el premio que le dieron a la cantera del Celta. Pero no lo considero para nada un paso atrás. Hay un camino para los entrenadores a través del fútbol profesional, en un club de Primera. Pero el fútbol no se acaba en el Celta. Allí aprendí muchísimo, y estoy agradecido a toda la gente con la que trabajé allí. Pero me convenía un cambio. Yo trabajaba enfocado a primer entrenador, y por una circunstancia fui entrenador del Celta B. Creo que llegó el momento de volver a ser entrenador titular.
-¿Con qué reto llega al Ribadumia, y qué equipo puede esperar de usted la afición aurinegra?
-Vengo con el reto de trabajar. Con muchísima ilusión, con muchas ganas de hacerlo bien. Mi nivel de implicación va a ser máximo. Me gustaría practicar un fútbol lo más atractivo posible, dentro de los medios que tengamos.
-El Ribadumia se estrenó la pasada campaña en la Tercera, con un sorprendente séptimo puesto. La nueva directiva, por contra, solo piensa en la mera permanencia el próximo ejercicio. ¿Le facilita eso el trabajo?
-No es que lo facilite o no. Pienso que los objetivos que se ponen a nivel grupal deben ser ambiciosos, pero también realistas. Todo lo que no sea poner esos objetivos desde la humildad y los pies en el suelo es contraproducente. La permanencia no es que sea el único objetivo, es el principal. A partir de ahí, sí seremos ambiciosos. Yo no hablo de ir partido a partido, hablo de ir jugada a jugada.
-Adiós de Sidibé y Guimeráns, Javi Sánchez dado prácticamente por perdido; y los fichajes llegados de la Preferente. El cambio de rumbo parece un hecho...
-Con respecto a las bajas, son bajas que se produjeron antes de mi llegada, y no procede entrar a valorar. Sobre las incorporaciones, el club ha estudiado las opciones que tenía, y seguro que bien decidido está. Lo que yo estoy haciendo ahora es ver cómo mejorar esta plantilla. Este parón nos hizo perder algunas oportunidades, pero creo que vamos a poder confeccionar una plantilla competitiva. El objetivo es claro, consolidarse en Tercera. Y si tenemos la suerte como el año pasado de que las cosas salen bien, perfecto. Somos unos recién llegados, y tenemos que aprender de otros clubes que lo han hecho bien, y progresaron en la Tercera, y también de equipos que empezaron con mucha ansia, mucho auge, y se desinflaron pronto.
-¿Y qué margen le queda a usted para completar la plantilla?
-Ver lo que tenemos, e intentar apuntalar las posiciones que estime. Por normativa tenemos una limitación en las plazas séniores. A esos séniores debemos añadirles después unos Sub-23. Entendemos que las incorporaciones séniores tienen que ser muy concretas, y que den un salto de calidad importante. Y en cuanto a los Sub-23, ocupar las plazas en función de la disponibilidad, pero que nos den un salto de calidad respecto a otros equipos.
-¿Van a llegar jugadores cedidos del Celta?
-La relación con el Celta es fluída. Pero los jugadores son del Celta, y es quién decide. Seguramente buscará ubicar a algunos juveniles recién salidos de la cantera, y tenemos que estar atentos.