La primera comunicación de la dirección de Lantero con los trabajadores de Vilagarcía, una vez anunciada la venta de la planta de O Pousadoiro a DS Smith, cobró la forma de un comunicado conciso. En él, la cúpula de la cartonera garantizaba que los nuevos propietarios mantendrán el empleo y las condiciones contractuales de sus operarios. Algo especialmente importante para una plantilla que acaba de atravesar cuatro meses de huelga, protagonizando una de las movilizaciones más prolongadas de las últimas décadas en Galicia.
La operación, no obstante, todavía no se ha cerrado. Para ello es necesario que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia la autorice. Un trámite que, según los cálculos de ambas empresas, no debería demorarse más allá del tercer trimestre de este año, que acaba de iniciarse. Lo único que Lantero retiene en sus manos en la ciudad es la titularidad de los terrenos de su vieja fábrica, en Rosalía de Castro.