La expansión de las avispas asiáticas en O Salnés puede poner en riesgo los viñedos
VILAGARCÍA DE AROUSA
Los expertos alertan de que, tras devorar abejas cuando cría, la velutiana se alimenta de uvas coincidiendo con la vendimia
27 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Salvo en el caso de los apicultores, que ven cómo sus colmenas son devoradas una tras otra, la presencia de la denominada avispa asiática puede parecer una amenaza difusa, asociada a cuestiones medioambientales y problemas de polinización a largo plazo. No obstante, que la avispa velutiana se siga expandiendo en un lugar como O Salnés encierra un potencial de destrucción capaz de amenazar a un sector fundamental para la economía de la orilla sur de la ría, como es la producción vitivinícola. Así lo subrayaba ayer Jesús Asorey, de la Asociación Galega de Apicultura: «O 80% da alimentación preferida destas nespras para as súas crías son as abellas, aínda que tamén comen carne e peixe; pero logo mudan ao produto azucrado e pasan a alimentarse de froita, de mazás, de figos, e por suposto de uvas maduras».
Asorey subraya que, por los datos que maneja la AGA, cruzados con la información de la que dispone la Xunta, puede concluirse que, por el momento, la afección de la velutiana en tierras de Arousa es menor que en otras zonas del país. Pero, advierte, «cando chegue a estar máis estendida calculamos que si pode converterse nun problema moi grave porque a non ser que a vendima se adiante, as nespras atacan a uva a partir de mediados de setembro, cando está madura».
Problema de seguridad pública
Al margen de su dimensión ambiental y económica, la plaga de avispas asiáticas está adquiriendo un cariz de auténtico problema de seguridad pública. No porque los insectos sean especialmente agresivos, sino porque están anidando en ciudades como Vigo, donde solo en un mes se han destruido 30 enjambres, o una población tan densamente habitada como Oleiros, donde han sido erradicados un centenar de puntos de cría. En Rubiáns, donde el servicio de Emerxencias e Protección Civil acabó esta semana con uno de ellos, el primero descubierto en Vilagarcía, las avispas se habían instalado en plena aldea. «Nos teitos, nas casas, o problema é que se se senten ameazadas, atacan, saen en masa e calquera día pode producirse un accidente grave», advierte Asorey.
Mientras en China, de donde son oriundas, cada nido puede contener de dos mil a tres mil individuos, los apicultores se han encontrado en Galicia con enjambres de doce mil ejemplares, lo que demuestra que han encontrado terreno abonado para multiplicarse. «Hai varias frontes nas que temos que actuar; os chineses, que comen as larvas, saben coller os niños sen insecticidas, algo que nós non podemos facer», apunta Asorey, quien insiste en la necesidad de investigar, porque existen amplias zonas de sombra en el conocimiento de esta especie y de su comportamiento en los hábitats que está colonizando. «Precisamos algún tipo de cebo para que autoeliminen os niños, unha feromona específica que só as atraia a elas, e iso só pode ser froito da investigación que hoxe non temos».