El pleno se compromete a intentar frenar el área comercial de Megasa

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Los representantes del comercio local y la plaza de abastos acudieron ayer de nuevo al pleno.
Los representantes del comercio local y la plaza de abastos acudieron ayer de nuevo al pleno. mónica irago< / span>

Tan solo el PP vota contra la moción del BNG mientras Varela subraya que los servicios de Ravella buscan una vía legal

28 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El cambio político materializado el 25-M se escenificó ayer en Vilagarcía en torno a una de las mayores controversias del anterior mandato. Si en abril del año pasado el pleno prestaba su aprobación al estudio de detalle que conduciría al centro comercial de Megasa, gracias a la mayoría absoluta que componían Partido Popular e Ivil, ayer la corporación invirtió este posicionamiento. Las cuatro formaciones de izquierda respaldaron una moción del BNG por la que el Concello se compromete a emplear todos los medios a su disposición para frenar el desembarco de la multinacional Alcampo en la antigua fábrica de As Carolinas. La iniciativa reúne a 14 de los 21 concejales en un empeño contra el que únicamente votó el PP. Falta por comprobar si este vuelco servirá de algo ante el avanzado estado en el que se encuentra la tramitación del expediente.

Habló, antes que nadie, la presidenta de Zona Aberta. Rocío Louzán recordó los argumentos del pequeño comercio para acudir a un recurso contencioso administrativo: la destrucción de un sector fundamental para la economía local y la desertización del centro urbano, a imagen y semejanza de lo ocurrido en A Coruña. En la misma línea se manifestaron Gaspar González, por Somos Maioría, Xabier Ríos, que ayer ejerció como portavoz del Bloque, y el propio alcalde, el socialista Alberto Varela, quien subrayó que no se trata de ningún capricho, sino de la apuesta por un modelo de ciudad distinto y de la amenaza que acreditan estudios y ejemplos prácticos al respecto.

Pero Varela también insistió en la necesidad de que las herramientas del Concello se ajusten a la legalidad. El BNG, de hecho, retiró el primer punto de su moción, que instaba a Ravella a emitir informes negativos a la Xunta, después de que la secretaria alertase de que algo así vulneraría el ordenamiento jurídico.

Ahí atacó Tomás Fole, acusando a los nacionalistas de incitar a la corporación a prevaricar y exigiendo su dimisión. Ante tal escalada, Jesús López se preguntó qué fuerzas movían a Fole a amenazar con males y tribunales cuando ese punto había sido ya retirado. Una mención a la cena que el entonces alcalde compartió con los propietarios de Megasa acabó de encender los ánimos. «Su forma de hacer política es ruin», le espetó a EU.