La fuga de extranjeros se acelera

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Los inmigrantes en dificultades se sacan unos euros en septiembre trabajando en la vendimia.
Los inmigrantes en dificultades se sacan unos euros en septiembre trabajando en la vendimia. m. ferreirós< / span>

Cerca de mil residentes de otras nacionalidades dejaron Arousa en solo tres años

04 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el éxodo de los refugiados de Siria en la retina buscando un hueco en el que asentarse en Europa, salen los últimos datos de la población extranjera en Galicia para comprobar que el noroeste peninsular no es, ni siquiera para ellos, la tierra prometida. Desde luego no lo fue para muchos de los que vinieron en los últimos años en busca de una vida mejor, porque muchos de ellos hicieron de nuevo las maletas y tomaron el camino de vuelta ante la imposibilidad de encontrar en la comunidad la estabilidad y la prosperidad con la que soñaban. La fuga de extranjeros no dejó de gotear en los últimos años; en O Salnés, fueron 295 a lo largo del 2015, y en solo tres años, casi un millar de extranjeros que vivían en la comunidad se volvieron a sus casas o emigraron a otro país.

La presencia de inmigrantes en la comarca era poco menos que testimonial en algunos concellos. En 1998, en Valga tan solo estaban censados cuatro extranjeros; doce años después, eran 62. Ese bum coincidió con los años de bonanza económica en la que incluso Galicia parecía la tierra prometida. Sudamericanos con antepasados gallegos que hicieron el camino de retorno en busca de un futuro mejor en la que tierra que décadas antes dejaron sus abuelos por el mismo motivo; filipinos y residentes de otros países con tradición pesquera que encontraron un hueco en el cerco cuando el cerco daba para vivir; polizones que lograron llegar en las bodegas de los barcos que descargaban en el Puerto de Vilagarcía y que se quedaron... Son algunos de los perfiles que propiciaron que de año en año creciese el censo de extranjeros en O Salnés; eran 454 en 1998, 1.265 en el 2002; 3.740 en el 2012, y a partir de ahí... el declive.

En el año en el que más llegaron ya estaba la comarca inmersa en la crisis, pero la situación era todavía peor en sus países de origen y lo seguían intentando; hasta que tras varios años dando tumbos y sin encontrar un empleo estable que les permitiese mantener a sus familias, muchos de ellos decidieron volver. Por eso fue el 2012 el año del cambio de tendencia; a partir de ahí, las cifras no dejaron de bajar; en el 2013 se fueron 96 inmigrantes; al año siguiente, la fuga alcanzó a 402 personas de nacionalidad extranjera, y el año pasado, se fueron 295. Ahora hay en la comarca, oficialmente, 2.947 inmigrantes, con cifras similares a las del 2007, el año en el que empezó la recesión económica.

El bajón en el censo de extranjeros de la comarca es general en todos los ayuntamientos, aunque a lo largo del 2015 se dio una situación excepcional en el caso de Cambados, único concello que vio crecer el número de inmigrantes, con 25 más que el año anterior. El caso es radicalmente distinto en los municipios de Vilagarcía y de Sanxenxo, que fueron los que perdieron más población extranjera en el último año; 127 en el primer caso y 97 en el segundo, todo ello teniendo en cuenta que siempre fue Vilagarcía el municipio que acogió más inmigrantes, de ahí que sea también el que más lo nota cuando los pierde.

Por sexos

En el censo de extranjeros residentes prima el sexo femenino; de hecho en la actualidad, sigue habiendo más mujeres extranjeras que hombres; 1.437 varones frente a 1.510 mujeres. Y es así en la mayoría de los municipios, con la excepción de Cambados, que tiene más varones, Meis y Vilanova, donde también hay más residentes del sexo masculino.

Ese descenso, lógicamente, tiene mucho que ver con la crisis, de ahí las dificultades por las que atraviesan buena parte de los inmigrantes que ahora residen en la comarca y que carecen de trabajo.