Los cuatro institutos de Vilagarcía tienen ya Internet con 200 «megas»

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

m. ferreirós

El centro Miguel Ángel González inauguró la fibra óptica la última semana del curso

30 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No llegaron a tiempo para resultar operativas, pero las previsiones de la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia se han cumplido (Amtega). Sus negociaciones con la operadora R han concluido con la extensión de la fibra óptica a los cuatro institutos de Enseñanza Secundaria que abren sus puertas en Vilagarcía. El último de ellos, el Miguel Ángel González Estévez, inauguró el servicio durante la última semana del curso, por lo que alumnos y profesores se beneficiarán de la nueva velocidad de conexión a partir de la próxima temporada escolar.

«É unha boa noticia, claro, porque estabamos baixo mínimos», confirma Manuel Rodríguez, el director del instituto de Carril, que consume sus últimos días como docente en activo. La consecución de una mejora sustancial de la pírrica conexión que funcionaba en el centro, en la que ha insistido durante meses, será, por lo tanto, una de sus últimas gestiones como responsable del Miguel Ángel González.

El curso se inició en septiembre con un solo instituto dotado de una velocidad digna para el acceso a Internet. El Castro Alobre sí disponía de fibra óptica y 200 megabytes. El siguiente centro de Secundaria en sumarse al programa avanzado de Amtega fue el Fermín Bouza Brey, de O Piñeiriño, que estrenó su conexión con la llegada del nuevo año. El Armando Cotarelo Valledor de Vilaxoán se sumó a este grupo en tercer lugar, dejando al de Carril como única asignatura pendiente, que la agencia autonómica, el organismo encargado por la Xunta del desarrollo de las nuevas tecnologías en Galicia, ha solventado en junio.

Para ello, Amtega tuvo que corregir sus previsiones iniciales, que pasaban por dotar a Carril de una conexión por cable módem a partir del curso que viene, pero no de fibra óptica. La razón de la negativa apuntaba a un argumento meramente económico: el coste de las obras necesarias para extender el cable desde la avenida Rosalía de Castro hasta las instalaciones educativas, situadas a una distancia aproximada de doscientos metros del punto de enlace. En febrero, la agencia anunciaba que los trabajos se ejecutarían y que el instituto dispondría, como los demás, de la imprescindible banda ancha.

Esta decisión elimina un factor de discriminación impensable en una comunidad que pretende «educar no uso das TIC os profesores e alumnos galegos, modernizar o sistema educativo e a calidade do ensino», tal y como promete el Espazo Abalar de la Consellería de Educación.

Cerca de tres mil alumnos pasarán a disponer de una velocidad de conexión digna