Desbordamientos, olores nauseabundos y un delirante coto de pesca bajo tierra

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

01 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El encuentro celebrado ayer en la alcaldía sirvió para que los vecinos proporcionasen al regidor socialista un breve relatorio sobre las calamidades asociadas al río que atraviesa su garaje. Aunque las inundaciones de noviembre del 2006 fueron las que arrojaron luz pública sobre este dislate, la ocurrencia comenzó a dar problemas mucho antes. «Fuimos nosotros -explica un propietario, que entonces vivía fuera de Vilagarcía y adquirió su plaza sobre plano- quienes colocamos las planchas sobre la acequia, porque la promotora la había dejado así, abierta». «Podría -añade uno de sus compañeros- haber sucedido una desgracia; si un niño se hubiese subido y caído dentro... No quiero ni imaginarlo».

Cada vez que llueve en condiciones el caudal del regato desborda los líimites de la acequia, anegando el estacionamiento. El agua no es el único problema. Bajo la rotonda de As Carolinas se oculta un intrincado entramado de canalizaciones. Pues bien, alguien decidió en su momento aprovechar que el regato discurría por allí, confinado en una tubería, para conectar su red de saneamiento. De esta forma, al afluente va a parar con frecuencia el contenido de los inodoros de la zona. Como resultado, el garaje goza de olores nauseabundos y la presencia ocasional de alguna rata. Por fin, la cuenca hidrográfica advirtió en su día a los vecinos de que no tendrían más remedio que permitir el paso a los pescadores federados, en el improbable caso de que alguno desease echar un anzuelo en el garaje.