Treinta años recortando terreno al mar

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

La nueva herramienta de Google permite observar la evolución del litoral arousano desde 1984

08 ene 2017 . Actualizado a las 12:53 h.

Viajar en el tiempo hacia atrás es posible, claro que tan solo desde una perspectiva puramente visual y a distancia de satélite. La nueva herramienta que ofrece Google Earth permite contemplar la evolución del planeta desde el aire, entre 1984 y este mismo año, en un recorrido fotográfico de 32 inviernos que el programa informático cubre en apenas seis segundos.

Dada la resolución oscilante que muestran las imágenes, no es fácil comprobar al detalle fenómenos como el crecimiento urbano que a lo largo de cuatro décadas ha ido experimentando la comarca. Es complicado, incluso, algo que a priori se diría tan sencillo como distinguir la diferencia de A Illa con puente y sin él. El hecho de que en 1984 la estructura estuviese ya muy avanzada lo impide. Tampoco se aprecia demasiado claramente el relleno portuario de O Grove, ni siquiera el de Vilanova o el de Vilaxoán, que a tanta distancia no parecen más que trazos de tiza en la pizarra del litoral arousano. El asunto cambia, sin embargo, cuando el objetivo se centra en Vilagarcía, sin duda la población de la orilla sur de la ría que ha sufrido el mayor cambio, especialmente por lo que respecta a su línea de costa.

En 1984 gobernaba la ciudad Alianza Popular, con José Luis Rivera Mallo recién llegado a la alcaldía. Los 31.798 vecinos que habitaban la capital arousana ignoraban que andando el tiempo las playas de A Concha y A Compostela se unirían formando un enorme arenal gracias a la creación del paseo marítimo hacia Carril, cuya emergencia puede contemplarse perfectamente a través de esta aplicación. Mucho más doloroso le resultará a los vilagarcianos comprobar cómo el puerto fue recortando al mar espacios que, como O Cavadelo, producían almejas que quienes las recuerdan no dudan el calificar de excelentes.

Es posible poner cifras a esta afición por el relleno que, aunque más visible en Vilagarcía, ha afectado a muchas otras poblaciones de la ría. Solo en los últimos veinte años se le han arrebatado al mar de Arousa 417.000 metros cuadrados a través de este radical procedimiento. La mitad de ellos, en la capital arousana.

Quien precise elementos de comparación con los que calibrar los rellenos lo tiene fácil: la superficie ganada a la ría equivale a cuarenta campos de fútbol, veinte de ellos en Vilagarcía. Ahí están los 150.000 metros cuadrados generados en Ferrazo, los 68.200 de A Comboa o los 25.500 que fueron necesarios para ampliar el muelle Comercial.

Las cicatrices viarias

La alteración del ámbito litoral es la más evidente cuando se echa la vista atrás vía satélite. Pero no la única. En tierra firme también se aprecian cicatrices. Las más profundas tienen que ver con el desarrollo de una red viaria que hace treinta años no existía. Aunque el proyecto dio sus primeros pasos en 1996, con el socialista Emilio Pérez Touriño como secretario de Estado de Infraestructuras, Josep Borrel al frente de Obras Públicas y Felipe González en la recta final de su presidencia, hubo que esperar hasta junio del 2010 para que la capital arousana estrenase la conexión del puerto con la Autopista del Atlántico. En ella invirtió el Estado 54 millones de euros. Touriño no pudo ver la obra concluida desde la presidencia de la Xunta. Pero bajo su mandato sí se llevó a cabo la circunvalación norte de la ciudad, en la que el Gobierno gallego empleó 28,6 millones. En total, un circuito de trece kilómetros perfectamente visible desde el aire.