El peculiar uróboros de los conservadores

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

26 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque el término no sea de uso común, se trata de una figura bien conocida. El uróboros es una serpiente que se muerde la cola. El Áuryn, aquel símbolo que Michael Ende popularizó en La historia interminable, constituye un buen ejemplo y toda una metáfora de lo que está aconteciendo en el seno del Partido Popular de Vilagarcía. Los bandazos que en los últimos meses se están produciendo en su cada vez menor equilibrio interno amenazan con llevarse por delante esa aspiración de unidad a la que Alfonso Rueda apeló, por encima de todo, en su primera visita a la ciudad como presidente provincial de la formación conservadora.

Al asunto se le ha dado muchas vueltas, pero, puestos a buscar explicaciones a la derrota electoral del 2015, parece razonable pensar que la extraña y furibunda huida hacia adelante que Tomás Fole protagonizó contra todo y contra todos, durante su estancia en la alcaldía, haya tenido mucho que ver en lo ocurrido. Pasado el tiempo, resulta que Fole no solo fue una parte nuclear del problema, sino que ahora se apresta a ejercer también como solución, o al menos a pilotarla. La agresiva oposición del portavoz municipal sigue marcando el paso del PP de Vilagarcía. Tras dejar por el camino a Manuel Tarrío y a Ángeles Rodríguez, dos de sus compañeros que aguantaron junto a él la ofensiva del louzanismo en los tiempos duros, todo indica que el siguiente objetivo a rendir es Marta Rodríguez. El riesgo estriba en que el uróboros muerda tan fuerte esta vez que el círculo salte por los aires.