La Audiencia da la razón al comité de empresa y condena al Puerto a entregar a sus trabajadores el aguinaldo que les negó en Navidad
VILAGARCÍA DE AROUSA
En diciembre, los responsables de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía tomaron una decisión que levantó ampollas entre los trabajadores de la institución: la anulación del aguinaldo navideño. El comité de empresa reaccionó planteando una cuestión de conflicto colectivo ante la Audiencia Provincial de Pontevedra, por entender que el equipo que preside Sagrario Franco privaba a sus empleados no de una dádiva que se otorgue a discreción, sino de un derecho consolidado. Pues bien, el tribunal acaba de emitir su veredicto. Y en él da la razón a los representantes sindicales, condenando al Puerto a hacer entrega a su plantilla del incentivo que le había negado.
19 años de tradición
El aguinaldo en cuestión no era la consabida cesta. Tampoco dinero en efectivo. Desde diciembre de 1998, cuando Manuel Bouzas ocupaba la presidencia de la institución, la Autoridad Portuaria venía sustituyendo estas fórmulas, más o menos clásicas, por la entrega de una serie de vales de compra para canjear en los establecimientos de Centrotiendas. Aquel año, por ejemplo, el Puerto reservó 1.600.000 pesetas para sus trabajadores, a razón de boletos de cinco mil pesetas por barba.
Cheques regalo para canjear
Poco después, Centrotiendas se transformó en Zona Aberta y Bouzas abandonó el sillón del muelle de Pasajeros para que le sucediese en él el también popular Benito González-Aller, quien a su vez fue relegado por los socialistas Jesús Paz y Javier Gago. No por ello cambió la costumbre, que Javier Puertas, una vez recuperado el poder autonómico por parte del PP, tampoco modificó. Muy al contrario, Puertas firmó en el 2009 un convenio con Zona Aberta para la entrega de un aguinaldo en forma de cheques regalo, que aquel año sumaron, en su conjunto, 23.400 euros.
Así se mantuvieron las cosas hasta que, 19 años después, la Autoridad Portuaria optó por desandar el camino del aguinaldo. El comité de empresa, que todavía no se ha pronunciado sobre la sentencia, censuró en su momento que la decisión se tomase «sen unha soa consulta nin negociar nada de nada».