El Liceo Casino renuncia de forma definitiva al antiguo Club de Mar

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

OSCAR VíFER

Un club deportivo se hace cargo de las instalaciones náuticas, pero no de la cafetería

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Poco a poco, el Liceo Casino de Vilagarcía se va quedando en el esqueleto de lo que fue. Las áreas deportivas más potentes se han buscado un futuro al margen de la antaño pujante sociedad recreativa, para la que mantener un ínfimo equilibrio económico supone una hazaña digna de Sísifo. Mes a mes, euro a euro, la penuria continúa. Los últimos en irse han sido los integrantes de la sección náutica, para la que, en los buenos tiempos, navegaron campeones olímpicos como Antón Paz y Tamara Echegoyen. Desde que el Club de Mar se fusionó con el Liceo, en agosto del 2001, las instalaciones del muelle de Pasajeros habían permanecido bajo su gestión. Aunque con altos y bajos -la concesión se perdió, al hilo del frustrado proyecto del segundo puerto deportivo, para ser sustituida por una autorización de uso y, finalmente, recuperada-, esa relación se mantuvo a lo largo de dieciséis años. Ahora ha llegado a su fin.

La Autoridad Portuaria confirmó esta semana que la sociedad vilagarciana ha dejado caducar la concesión que aún mantenía. El Liceo se desliga, pues, del antiguo Club de Mar de forma definitiva, por mucho que su nombre y su escudo continúen rotulados en sus paredes. Su presidente, Antonio Castro, así lo indica.

Que los galpones y los vestuarios sigan teniendo actividad se debe a que otra entidad, Depornautic Arousa, ha obtenido del Puerto una autorización para utilizarlas. Se trata, explica su presidente, Chuco Pérez-Lafuente, «de un club deportivo que lleva alrededor de un año funcionando, con una escuela de piragüismo y otra de vela, y sus equipos de competición».

Depornautic Arousa

Depornautic acoge a chavales que hasta ahora remaban y navegaban para el Liceo, dándoles así una oportunidad para continuar compitiendo y no quedarse en seco, «pero también a deportistas que no tenían nada que ver con la sociedad», añade Pérez-Lafuente. Eso sí, el espacio que utiliza el club, cuya autorización ha gestionado con la Autoridad Portuaria, se limita a los pañoles en los que se guardan las embarcaciones y a los vestuarios que emplean los deportistas.

La cafetería, que en su día tuvo movimiento y dio bastante que hablar en las sucesivas etapas que el Liceo ha atravesado a lo largo de los tres últimos lustros, está hoy vacía. Ni la puede explotar la sociedad recreativa, puesto que ha renunciado a su concesión, ni tampoco Depornautic Arousa, a la que, por lo visto, no interesa. Preguntados al respecto, los responsables de la Autoridad Portuaria explican que, si alguien estuviese interesado en hacerse cargo del bar, estudiarían una nueva concesión o, en su caso, otra fórmula adecuada para ponerlo en rendimiento.

Adiós a la doble sede

El Liceo Casino se despide, en fin, de la prolongada etapa en la que compaginó la apertura de dos sedes, la de tierra, en las antiguas instalaciones del Casino, y a orillas de la ría, en el muelle de Pasajeros. Hubo un tiempo en el que la sociedad jugó con la idea de trasladar su actividad social a la segunda durante la temporada de verano. El invierno, sin embargo, ha llegado para quedarse.

El bar se encuentra de nuevo en manos del Puerto, que estaría dispuesto a sacarlo a concesión