La falta de público fuerza al circo Vienna a suspender funciones

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA

Conflictos como el de Vilagarcía se sucedieron en Carballo, A Estrada, Lugo o Rianxo

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Independientemente de cómo acabe todo este asunto, no cabe duda de que corren malos tiempos para los circos que continúan empleando animales. Ayer, el alcalde de Vilagarcía, indignado por el desafío planteado por los responsables de Vienna Roller, al emprender su actividad pese a la ausencia de autorización municipal para ello, se empleó a fondo para denunciar lo que considera un sinsentido: «Que quienes incumplen la ley se hagan pasar por víctimas apelando a la salud de niños y animales». Antes, Alberto Varela había puesto sobre la mesa la secuencia de conflictos semejantes que han rodeado al espectáculo a su paso por Galicia en los últimos tiempos. En Carballo, cuando la compañía quiso poner un oso en escena y tuvo que renunciar a ello. En A Estrada, donde el Concello le negó su autorización y se instaló en una finca privada en la que pasó tres días sin suministro de agua. En Lugo y Rianxo también se dieron episodios semejantes, protagonizados, en ambos casos, por otro circo, el Bruselas.

Así estaban las cosas cuando la compañía abrió de nuevo su taquilla, ayer, hacia las seis y media de la tarde. Poco antes, la asociación protectora de animales repetía la concentración de protesta que había desarrollado el día anterior. Claro que se produjeron notables diferencias. Para empezar, hubo menos gente a ambos lados de la carpa. Un efecto que, en el caso del Vienna Roller, condujo a la suspensión de la función. El público se reducía a apenas catorce personas.

Unos atribuyen la sequía de asistentes al rechazo hacia este tipo de propuestas con animales, la postura del Concello y la movilización. Otros, los empresarios circenses, consideran que hacía demasiado calor. Pero la pérdida de un pase no quiere decir que Vienna Roller vaya a hacer las maletas. «Nuestra intención es continuar con el programa hasta el domingo, como estaba previsto», anuncia el circo.

La respuesta del Concello, que evitó precintar el acceso a la propiedad en que está instalada la carpa para evitar que la tensión se desbocase, cobra la forma de un expediente de reposición urbanística, dirigido tanto al circo como a los propietarios de la finca. Le acompaña un expediente sancionador, por incumplir la orden de la alcaldía de cesar en su actividad. Para el caso de una infracción grave, la normativa reserva sanciones económicas que van de los 6.000 a los 60.000 euros. Por último, los servicios jurídicos municipales presentaban en los juzgados,, a mediodía de ayer, una denuncia contra la compañía por desobediencia a una orden directa de la alcaldía.

Ravella insiste en que, de acuerdo con la ley, los espectáculos ambulantes que dispongan de escenario necesitan de autorización municipal para llevarse a cabo. Varela quiso aclarar, por último, que si el juzgado ordenó reanudar al circo el suministro de agua y luz que el Concello había cortado no fue para que este diese sus funciones, sino para evitar un virtual riesgo para la salud de los animales y las personas. De hecho, la denuncia interpuesta por Vienna contra el alcalde ha sido archivada.

La firma circense se expone a una multa que oscila entre los 6.000 y los 60.000 euros