Denuncian el robo de plantas y flores para los difuntos en el cementerio de Rubiáns
VILAGARCÍA DE AROUSA
«De verdad que si sorprendo a quien es con las manos en la masa, no sé lo que llegaré a hacerle». La mujer que ayer denunció la sustracción de flores y plantas de la sepultura de su padre, enterrado en el cementerio municipal de Rubiáns, no pudo ser más expresiva a la hora de referirse a lo que acaba de sucederle por segunda vez en apenas unas semanas. «No concibo que alguien sea capaz de hacer esto», aseguraba minutos después de poner el robo en conocimiento de uno de los sepultureros que trabajan para el Concello de Vilagarcía.
La mujer afirma que, por lo que le han explicado los funcionarios que se encargan del camposanto, los robos de flores se han convertido en algo relativamente frecuente en los últimos tiempos. «Lo más probable es que quien lo hace aproveche las horas del mediodía, cuando todo el mundo se va a comer y aquí no queda nadie, para cometer esta barbaridad», calcula la denunciante, que espera que el Concello pueda hacer algo para atajar el problema.
Su padre, añade, falleció hace un mes. Desde entonces procura adornar su sepultura con flores y plantas como la orquídea que alguien hizo desaparecer prácticamente el mismo día en el que la colocó. «Esto -apunta- no es de personas».