A machetazo limpio dentro del bar

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Barrio de O Piñeiriño
Barrio de O Piñeiriño MARTINA MISER

Agrede a un cliente de un local de Vilagarcía con un machete y un cuchillo porque se sintió ofendido

22 jul 2017 . Actualizado a las 13:20 h.

El balance de la agresión se resume en varios puntos de sutura en un brazo, tres taburetes destrozados y un susto monumental. Poca cosa en comparación con lo que pudo desencadenar la violenta actitud que desplegó su principal protagonista, un hombre de unos sesenta años de edad que irrumpió en un bar del barrio de O Piñeiriño, en Vilagarcía, armado de un cuchillo y un machete de buen tamaño, para reprocharle a uno de sus clientes lo que el tipo se había tomado como una ofensa a su honor.

El episodio tuvo lugar durante la madrugada del miércoles al jueves. La víctima del ataque apuraba una caña cuando se percató de que, en el exterior del local, la calle se le estaba quedando pequeña a un hombre que daba tremendos bandazos en evidente estado de embriaguez. Al pasar junto a él, se le ocurrió aconsejarle que se lo tomase con calma, porque en semejantes condiciones corría el riesgo de ser atropellado por cualquier automóvil.

«Os voy a matar a todos»

Al bebedor no debió de gustarle un pelo la recomendación, a la vista de que siguió a su contertulio hasta el siguiente bar, donde le acusó de haberle faltado al respeto. Sin ganas de que la bronca fuese a más, el primer hombre decidió abandonar el local y regresar a la cafetería donde había comenzado la escena. Sus responsables estaban limpiando, a punto ya de concluir la jornada, pero accedieron a servirle una última cerveza. Fue entonces cuando el iracundo agresor hizo acto de presencia, blandiendo un cuchillo en una mano y un machete en la otra. Se abalanzó sobre su atónito objetivo al grito de «os voy a matar a todos» y le propinó un machetazo pese a que la víctima tuvo tiempo de protegerse con un taburete. Tras golpear a su atacante con la silla, el cliente logró inmovilizarlo y desarmarlo con ayuda de los camareros. La Policía Nacional terminó de bajarle los malos humos.