Un programa que busca la carcajada

marina santaló

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

La tercera edición del Festival Internacional de Clown cuenta con un cartel de altura y con un lado solidario muy presente

22 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre el 10 y el 15 de agosto • Vilagarcía • La esquina entre las calles Rey Daviña y Valentín Viqueira acogió ayer una muestra de lo que se verá en Vilagarcía entre el 10 y el 15 de agosto. Fran Rei y Pedro Brandariz, de la compañía Os sete magníficos máis un, presentaron algunos de los gags de clown clásico, que terminaron con la invitación al alcalde, Alberto Varela, de mojarse por el Festiclown. Siendo, finalmente, Fran Rei quien realizó una acrobacia para «sumergirse» en un vaso de agua ante los numerosos viandantes que se quedaron a ver el espectáculo.

«Despois da mostra internacional que trouxera a Leo Bassi ou a Pepe Viyuela o ano pasado, agora teremos o mellor circo do mundo», señaló la concejala de cultura, Sonia Outón, sobre la que será la tercera edición del Festiclown. La mayor parte de la programación transcurrirá por las calles, con el objetivo de «chegar a toda a cidadanía no seu afán por democratizar a cultura», y contará con nombres tan destacados de la escena internacional como la compañía belga Okidok y la cómica Slips. A ellas se suman la Fundación Tchyminigagua, que traerán desde Colombia sus impresionantes números de zancos sobre patines; la brasileña Circo no Ato; y Desastronauts, compañía integrada por el británico Girisho Gordon y Raquel Veganzones, con sede en Galicia, que presenta su espectáculo «Máis alto aínda», en el que ambos acróbatas se lanzan a la conquista del aire, realizando un espectáculo con aros, fuego y mucho humor.

En los apartados del Certamen Intergaláctico y Superroquiños participarán artistas como la payasa Natalia Outeiro «Pajarito». El lado solidario quedará patente: Los cinco euros que cuesta la entrada a la Gala Solidaria Infantil irán destinados a Pallasos en Rebeldía, que visitarán el hospital de O Salnés para llevar su humor a los niños que no puedan estar a pie de calle. Unas calles que van desde el centro hasta las parroquias.