Asaltan la iglesia de Caleiro y roban las limosnas de 6 cepillos
VILANOVA DE AROUSA
El ladrón entró por una pequeña ventana de la parte trasera, rompiendo el cristal, y dejó manchas de sangre a su paso
25 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado 10 de abril, la iglesia parroquial de Santa María de Caleiro (Vilanova) volvía a abrir al culto después de una década cerrada debido a su mal estado. Medio año después vuelve a ser noticia porque el templo fue objeto de un robo por el cual el ladrón o ladrones se llevaron la recaudación de seis cepillos, según confirmó la Guardia Civil. No se conoce el alcance del botín pero según los cálculos del cura párroco no debe superar los cien euros. Afortunadamente para la parroquia, los cepillos se vacían con frecuencia, lo cual no da opción a que se acumule demasiado dinero.
El robo se produjo el domingo por la noche o en la madrugada del lunes y el aviso lo dio un vecino que ayer por la mañana pasó por allí y vio que la puerta de la sacristía estaba abierta, algo muy raro a esa hora. Había motivo para sospechar. Una vez dentro, párroco y vecinos pudieron comprobar que la iglesia había sido asaltada porque la ventana de la parte de atrás estaba rota y había cristales por el suelo. En el interior había manchas de sangre, lo cual lleva a pensar que el ladrón se pudo haber cortado en el intento de colarse en el inmueble.
Aparte de la ventana y un pequeño desperfecto en la cornisa de un armario no hubo que lamentar más destrozos, lo cual supone un alivio para la parroquia dado que hace poco que este templo del siglo XII ha sido objeto de una importante rehabilitación que superó los 100.000 euros, una cifra que se financió, en su mayor parte, con aportaciones de los propios feligreses.
Según las noticias de que dispone el párroco, la de ayer fue la primera vez que robaron en la iglesia pero no así en el salón parroquial situado a pocos metros de allí, que durante años se utilizó para el culto.
El suceso está siendo investigado por la Guardia Civil. Lo inmediato será reparar la ventana y reforzarla con una reja, para evitar que los amigos de lo ajeno vuelvan a caer en la tentación de llevarse lo que no es suyo.