Condenados los seis miembros de una red que introducía heroína en Galicia y Portugal

s. gonzález / l. penide VILAGARCÍA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

La organización, que recibía órdenes de un ciudadano macedonio, cayó cuando trataba de entregar seis kilogramos en Carril

25 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La organización, que cayó hace ya cuatro años, estaba conformada por seis personas. En realidad se procesó a siete, pero una de ellas, un hombre de origen rumano, acaba de ser absuelto por la sección número 4 de la Audiencia Provincial de Pontevedra, la misma que ha impuesto a sus compañeros de banquillo penas que oscilan entre los ocho y los tres años de prisión por reiterados delitos de tráfico de drogas y, en el caso de los teóricos cabecillas de la red, de pertenencia a grupo criminal.

A quienes la policía no ha podido echar el guante es a los dos sujetos que, según la investigación, dirigían en realidad las operaciones de una organización que introducía heroína procedente de Cataluña tanto en Galicia como en el norte de Portugal. En ocasiones, también cocaína. De las escuchas telefónicas y los mensajes interceptados a los condenados se desprende un ingente movimiento de ida y vuelta. Un tal Lui Volina, con pasaporte macedonio, se encargaba de concertar las citas y daba órdenes para que su gente entregase la heroína, cobrase a quienes se la vendía y girase el dinero a cuentas en el extranjero a nombre de una mujer que tampoco ha podido ser ni localizada ni detenida.

Dos automóviles en el ajo

La operación que precipitó la caída de la red tuvo lugar en febrero del 2013. La policía tiene constancia de que, desde el año anterior, Francisco Javier Somoza, el Gordo, de Vilanova, Sterling Detmar, nacido en Norteamérica pero con nacionalidad española, y Mario Gago, de Barro, se estaban dedicando al tráfico de heroína a las ordenes de Volina. Los dos primeros tenían que recoger seis kilogramos de la sustancia psicotrópica en un hotel de Carril. Antes de la cita, sus suministradores, un italiano, Guido Mendoli, y un albanés, Andi Hyseni, son detenidos. Este último viajaba en un automóvil junto al ciudadano rumano que finalmente fue exonerado. Al parecer, utilizaban este vehículo como acompañante de seguridad de un segundo turismo, en el que transportaban la heroína. El resto de la banda se escabulló, pero fueron apresados meses después.