Reclama un modelo que se ajuste a la nueva realidad de los profesionales
26 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Santiago García Suárez (Vigo, 1959) estará al frente de la delegación compostelana del Colexio de Arquitectos de Galicia (COAG) los próximos cuatro años. Forma parte de la candidatura de Idoia Camiruaga, que aspira a presidir el colectivo a nivel autonómico en las elecciones de mayo, pero él ya ha sido nombrado por falta de oponentes.
-No ha tenido candidatura rival, ¿están tan ocupados los arquitectos para no prestar atención a su casa común?
-Me gustaría pensar que el motivo ha sido que los colegiados están medianamente satisfechos y no que no tengan interés en colaborar, pero puede haber de todo. Ahora bien, trabajo no nos sobra, esa opción está descartada.
-¿En qué situación se encuentra el Colexio de Arquitectos?
-Todos percibimos la necesidad de cambio por la crisis, y en España los colegios hicieron reformas profundas, pero en Galicia seguimos anclados a una vieja estructura que viene de 1973, que es insostenible económicamente e ineficaz en el plano laboral.
-¿Cuál es su proyecto?
-Hacia el exterior queremos mejorar la comunicación con la sociedad, y hacia dentro pretendemos cambiar la estructura para que los cargos directivos se dejen de ocupar de cuestiones del día a día para centrarse en cosas que de verdad interesan a los colegiados y que son productivas, como mejorar la percepción social de los arquitectos y salvar la brecha con otros colegios en España y con Madrid, con los que tenemos muchas inquietudes en común, pero estamos desconectados.
-¿Las delegaciones son sostenibles?
-No ha habido un proceso de reflexión sobre las cosas de las que nos privamos por seguir teniendo esta estructura. Ese es un problema, como también lo son los estatutos, que están obsoletos. Algo tan sencillo como implantar el voto telemático en las asambleas es muy complicado.
-No le pega al colectivo de los arquitectos ese inmovilismo.
-Estoy de acuerdo, es un tema de inercias, pero lo evidente es que las comunicaciones entre 1973 y el 2015 han cambiado.
-¿Cómo puede el COAG ayudar a los colegiados que están pasando un mal momento?
-Centrándonos en las cosas productivas e intentando adaptarnos al siglo XXI. Ahora está hecho a imagen y semejanza de aquellos estudios de hace décadas que contaban con seis o siete trabajadores, que tenían prestigio y les iba bien. Ahora ese modelo es minoritario. Tenemos que abrirnos a los arquitectos que no trabajan, a la gente que se incorpora, a los que van cerrando estudios, a los colegiados que se dedican a otras actividades... La crisis ha hecho que aumente la exigencia sobre el colegio.
SANTIAGO GARCÍA SUÁREZ Presidente de la delegación de Santiago del COAG