El vaivén del mercadillo noiés

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

NOIA

MARTA GÓMEZ

Después de varios meses en la Alameda, los puestos de venta ambulante regresaron al entorno de la iglesia de San Martiño

25 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Últimamente, a los clientes habituales del mercadillo semanal de Noia les está costando seguir la pista a los puestos de venta ambulante. El vaivén de la feria, motivado principalmente por la puesta en marcha de diversas obras municipales, ha dado un nuevo giro y, ayer, quienes acostumbraban a recorrer los estands que desde hace unos meses estaban instalados en la Alameda se llevaron una sorpresa con otro cambio de ubicación.

Primero, al iniciarse la polémica obra de O Curro en septiembre pasado, los puestos que se colocaban allí se trasladaron a la plaza de O Tapal y las inmediaciones de la iglesia de San Martiño. Sin embargo, un tiempo más tarde, en febrero, se acordó una nueva ubicación para estos vendedores, motivada principalmente por las molestias que causaban la lluvia y la falta de abrigo en la zona, una situación que repercutían en la disminución de las ventas. Así que los propios comerciantes ambulantes solicitaron un nuevo cambio y quedaron emplazados en la Alameda.

La intención era que se mantuvieran allí hasta que rematara la actuación de O Curro, pero los puestos de venta emprendieron el camino de regreso al entorno de O Tapal y la plaza de A Constitución antes de tiempo para sorpresa de los compradores, que ayer andaban un tanto despistados por el casco histórico.

Varios factores

Según explicaba ayer la concejala de Comercio, Mónica González, son varias las causas que motivaron el nuevo baile de los vendedores del mercadillo.

Para empezar, el tránsito constante de los vehículos para la instalación de los puestos ambulantes por la Alameda provocó un estropicio en las baldosas y se hace necesario llevar a cabo una actuación para arreglarlas.

Por otra parte, rematado el invierno, y con la perspectiva de que el verano se instale definitivamente en Noia de una vez, el problema del viento y la lluvia en el entorno de San Martiño pasaron a ser un inconveniente menor. A esto se suman las peticiones de los comerciantes noieses, que prefieren tener el mercado cerca de sus negocios.

Ahora sí, se espera que este cambio sea el definitivo hasta que la plaza de O Curro esté lista para recibir de nuevo a los vendedores.