La becerra que es genéticamente perfecta

x.r. alvite MAZARICOS / LA VOZ

BARBANZA

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Una granja de Mazaricos cría la ternera genómica más valorada de España

27 nov 2014 . Actualizado a las 07:59 h.

Ni es hija de uno de esos sementales de referencia en el mundo frisón, ni su foto sale en los catálogos de venta de semen, ni siquiera se ha paseado nunca por un concurso morfológico de la raza. Por no tener ni tan siquiera tiene nombre y, hasta el momento, solo se la identifica con el número 974 de la granja SAT Busto-Corzón, de Mazaricos, a la que pertenece.

De hecho, hasta la semana pasada era una más entre el medio centenar de cabezas seleccionadas para continuar, en un par de años, con la producción de leche en la explotación. Sin embargo, los caprichos genéticos del destino han querido que las últimas pruebas llevadas a cabo por Conafe (Confederación de Asociaciones de Frisona Española) la sitúen como la ternera genómica de menos de 18 meses más valorada del país.

«A xenética é o que ten. O animal é filla dun embrión que compramos a Xenética Fontao». Se refiere, José Antonio Moledo, uno de los tres socios de la empresa ganadera mazaricana, a la empresa participada por la Xunta dedicada a la mejora genética y donde también se crio el toro Xacobeo, el mejor de España durante tres años consecutivos. «Sabíamos que tiñamos unha boa recría pero o certo é que non pensábamos que a este nivel. Aínda nos quedan máis animais por analizar e esperamos que teñamos a mesma sorte que con este», añade un sorprendido Moledo. La firma gestiona actualmente un rebaño de más de 600 cabezas y una producción anual de más de 3,5 millones de kilos de leche.

Estudio del ADN

¿Y cómo se puede saber que una ternerita de apenas siete meses acabará siendo una fuera de serie en el asunto este de la producción de leche?, se preguntarán los profanos en la materia. Pues poniendo al servicio de las granjas las más modernas técnicas de estudio del ADN desarrolladas en ámbitos tan avanzados como el de la bioquímica, la biología molecular, las matemáticas o la estadística.

Porque la evaluación genómica no es más que el análisis de la información contenida en los distintos cromosomas de la ternera y que permiten predecir, no solo cuanta leche dará, sino cuanta grasa o proteína tendrá esa materia prima e incluso otros factores físicos enormemente relevantes en la producción láctea como la inserción de la ubre, la anchura de la grupa o la longitud y colocación de los pezones.

Pese a la alegría de saberse poseedores de un animal de semejante potencial genético, los ganaderos de Busto-Corzón se muestran cautos a la hora de hablar sobre el futuro que le espera a la ternera. «As probas xenéticas non teñen un cento por cento de fiabilidade e, ademais, ata que este animal sexa produtivo aínda lle queda un longo treito no que pode pasar de todo», apunta José Manuel Fernández Villar, otro de los socios de la entidad mazaricana.

Extracción de embriones

La intención de los granjeros en el caso de que se confirme la excelencia del animal es la de extraerle embriones para que el gran potencial genético que atesora para la producción de leche se traslade también a las futuras vacas productoras de la explotación. Además del descubrimiento de la ternera mazaricana, las pruebas de Conafe también confirman a dos explotaciones de la comarca como las mejores de todo el país por ICO, un índice genético combinado que se calcula en función de 15 parámetros distintos de los animales. De hecho, Tubio Busto S.C. de Lousame se sitúa entre las veinte primeras del grupo que tienen más de 200 reproductoras mientras que ganadería Vilaferreiros de Mazaricos ocupa el puesto número nueve del país en el ránking de las que tienen entre 75 y 200 vacas adultas.

El precio de una vaca de alta calificación genética con destino a la extracción de embriones puede llegar a superar con facilidad los 10.000 euros, mientras que una novilla -animal que todavía no ha parido- acostumbra a alcanzar en las subastas precios que oscilan entre los 2.000 y los 4.000 euros, siempre en función de su calidad y de los meses que lleve de gestación.

Una vaca con una alta calificación morfológica puede llegar a costar más de 10.000 euros