La impotencia se apodera de las familias de los desaparecidos

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Al faro de Corrubedo siguen llegando voluntarios para rastrear las playas

20 dic 2014 . Actualizado a las 05:10 h.

El de ayer fue el tercer día entero de espera en Corrubedo. De tensa y triste espera para ver si el mar devuelve a los dos desaparecidos del Paquito Nº2, Santiago Blanco y Antonio Hermo. Sus familias, así como algunos allegados del tripulante que ya fue enterrado, Germán Fernández, siguen en el faro de Corrubedo desde que rompe el día hasta que la oscuridad obliga a volver a casa. Lloran y reciben consuelo en las piedras. Y en sus miradas va haciendo mella la impotencia. «É que son moitos días esperando noticias, e os que poden quedar aínda, e por riba nestas datas tan sinaladas», decían ayer algunos de sus amigos.

La simple mirada de Vanesa, la hermana con la que vivía Antonio Hermo, duele. «Está destrozada», dicen unos y otros de ella. A Antonio, más conocido como Raúl, además de Vanesa y una legión de amigos y allegados, también le espera de la mañana la noche en Corrubedo su otra hermana, Lupe. Y las familiares que lo acogieron en sus casas a él y sus hermanas cuando fallecieron sus padres y ellos todavía eran menores de edad.

También la familia de Santiago está en Corrubedo. Sus dos hijos esperan desde el primer día en el faro junto a su madre. Uno de ellos entró a formar parte del sector del marisqueo a pie recientemente.

No fueron a la playa

«É compañeiro noso, e todas sentimos moitísimo polo que está pasando», señalaba un nutrido grupo de productoras boirenses que ayer, aunque sí era día de trabajo, decidieron no acudir a la playa y viajar hasta Corrubedo, bien para rastrear el litoral bien para acompañar a las familias en su dolor.

Y es que, aunque se trató ya del cuarto día de búsqueda, siguieron llegando vecinos de Boiro a Corrubedo. De hecho, no hacía falta más que mirar hacia el mar para ver que algunos barcos bateeiros estaban peinando esa zona por si encontrasen algo. Lo mismo hicieron por tierra tanto mariscadoras y vigilantes de la cofradía como otros vecinos. Algunos indicaban que hoy, dado que es sábado, quizás se incremente la afluencia al faro. El dispositivo de búsqueda profesional también se mantendrá.