El fútbol más allá del Boiro

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La situación de equipos como Atlético Ribeira y Puebla choca con el presente que se vive en el campo de Barraña

11 jun 2016 . Actualizado a las 12:59 h.

Lejos de los éxitos que vive el Boiro, las evidencias indican que el fútbol barbanzano no pasa por su mejor momento. Las convulsas temporadas de Atlético Ribeira y Puebla condenaron a ambos clubes a descender a Primera Autonómica, donde se encontrarán con un consolidado Unión. El Noia, tras su breve paso por Tercera, regresa a Preferente con un proyecto fuerte y que ha recuperado viveza. A pesar de que el fin de curso está muy fresco, los aficionados de estos clubes ya se preguntan cuál será su futuro.

Noia

De vuelta a la realidad.

El Noia encara su vuelta a Preferente con cierto sabor agridulce. Su corto paso por Tercera fue un regalo y una alegría para el club, aunque por momentos también se convirtió en un dardo envenenado. El buen arranque liguero de los de San Lázaro hizo que la afición se esperase una temporada más plácida de la que finalmente se vivió.

A pesar del descenso, el Noia vive una etapa estable. Desde la llegada de esta directiva, encabezaba por José Manuel Caamaño, el club ha vuelto a ganarse el respeto de sus rivales y vecinos, que han regresado para llenar San Lázaro. Con las cuentas completamente saneadas, tal y como afirman sus dirigentes, el equipo ha pasado de zozobrar por Primera Autonómica a lograr dos ascensos consecutivos. Para el curso 2016-2017 se espera un gran papel de los noieses, que intentarán confeccionar una plantilla para regresar a Tercera División.

Atlético Ribeira

Inestabilidad.

Poco queda de aquel Atlético Ribeira que militó durante años en Tercera División. El equipo de la capital barbanzana es una mera sombra de sus etapas más brillantes y A Fieiteira ha dejado de ser un punto de encuentro para los vecinos de la localidad, que se han desenganchado por completo de su club.

La inestabilidad en la dirección que se vivió durante los últimos años hizo que la entidad perdiese sus categorías base, lo que motivó que su masa social cayese en picado y que naciesen otros clubes para ocupar ese hueco.

La actual directiva ha intentado devolverle la estabilidad económica a la entidad y busca darle vida a los más jóvenes, en los que intenta centrar su proyecto. El equipo del próximo curso pasará por aglutinar veteranía y juventud. La incógnita se mantiene en el aspecto económico, ¿Podrán recuperar la confianza de los empresarios locales?

Puebla

Demasiados cambios.

Si la inestabilidad en la directiva perjudicó al Ribeira, estaba claro que la temporada del Puebla tenía su destino escrito. El proyecto del curso 2015-2016 contó con tres presidentes: Luis Lojo, que fichó al técnico Iñaki Tembra, Begoña Domínguez, que dejó el club a mitad de temporada, y Nelson Barreiro, que volvió a la presidencia tras el vacío de poder.

Son también tres notas negativas las que resumen el año: el descenso a Primera Autonómica después de un gran arranque de temporada, los problemas entre plantilla y cuerpo técnico, y la incapacidad de mantener buena parte de los equipos base, perdiendo la posibilidad de que uno de ellos jugase en División Gallega.

La nueva directiva intentará recomponer la estructura y dar solución a la situación de las arcas del club. La base vuelve a estar en el corazón del proyecto.

Unión

Gran papel con poco.

Con un pasado menos épico que los tres clubes anteriores, el Unión ha sabido trabajar con sus categorías base para que la institución mantenga la estabilidad por años. A pesar de que el equipo dirigido por Vecho no logró el objetivo marcado, que no era otro que el ascenso, la entidad mantiene su apuesta por seguir con buena parte del bloque de este curso, que será dirigido por Cristian, quien logró el ascenso a Preferente con el Puebla.

Para la próxima temporada, alrededor de seis chavales del juvenil de División Gallega darán el salto al primer equipo, cuestión que demuestra ese mimo con el que se trata a los jóvenes.

En el aspecto económico, el Unión ha conseguido estabilizarse, al igual que ocurre con su masa social, que se ha mantenido invariable durante los últimos años gracias a ese gran trato de los equipos de la base.