Solo Boiro registró más nacimientos que muertes en las dos últimas décadas

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Desde que existen datos, en ocho de los once municipios de la zona nunca se ha dado un saldo vegetativo positivo

12 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Que el área barbanzana no es ajena a la crisis demográfica que se vive en el conjunto de Galicia es algo más que sabido, pero cuanto más se analizan las cifras, más negro se torna el futuro de la comarca si se mantiene la tónica que han seguido los nacimientos en las dos últimas décadas. En este tiempo, la diferencia entre alumbramientos y defunciones se decanta clarísimamente del lado de estos últimos, y solo Boiro permite vislumbrar una cifra positiva en la estadística. El municipio boirense es el único de la zona en el que el número de recién nacidos supera al de decesos.

El histórico de los datos que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) se remonta hasta 1996, un año en el que se contabilizaron 971 partos y 1.272 fallecimientos. La diferencia parece significativa, pero no lo es tanto si se compara con la de la última estadística, que sitúa en 838 los nacimientos y en 1.428 las defunciones, nada menos que 590 más, casi el doble de la que se daba dos decenios antes. La única nota positiva en todo esto es Boiro, municipio en el que en las dos últimas décadas se han registrado 45 alumbramientos más que muertes.

En el término boirense, el crecimiento vegetativo resultó positivo en nueve de los últimos veinte años, igual que en Ribeira, pero en el municipio ribeirense no ha sido suficiente para evitar que el saldo global sea negativo.

Otra excepción

Desde 1996 tan solo tres de los once términos que conforman el área barbanzana puede presumir de haber contabilizado más nacimientos que decesos en algún momento. Junto a Boiro y Ribeira, completa el trío de excepciones Rianxo, donde en 1996 y 1997 los alumbramientos estuvieron por encima de las defunciones.

En lo que respecta al conjunto de la comarca, el saldo vegetativo en los últimos veinte años es claramente negativo al producirse 26.141 fallecimientos frente a los 18.450 recién nacidos registrados. La diferencia es de 7.691 personas. Pese a todo, hubo algunos períodos mejores que otros, y en el 2004 y el 2009 se dio un bum de la natalidad, siendo los dos únicos ejercicios en los que se superó el millar de partos.

La cruz llegó en el último lustro, con lo peor de la crisis económica. Los alumbramientos tocaron fondo en el 2014, cuando vinieron al mundo apenas 774 niños, una cantidad inferior incluso a la del 2013, cuando la comarca bajó de los 800 nacimientos por primera vez desde que hay datos a nivel municipal.

Las últimas estadísticas apuntan a una recuperación en el número de alumbramientos en Barbanza al contabilizarse 64 más que en el período anterior, pero el envejecimiento de la población hizo que el dato coincidiera en el tiempo con la mayor cifra de defunciones de las dos últimas décadas, 1.428.

Ames, Oroso y Teo frenan el descalabro vegetativo en la zona de Compostela

Los municipios que ejercen de locomotora demográfica en el área metropolitana de Santiago son también los que presentan mejor balance vegetativo del área compostelana. Este es el caso de Ames, Oroso y Teo, aunque solo los dos primeros tienen resultados positivos en los últimos años, ya que su pasado rural, superado por el desarrollo urbanístico solo en las zonas más cercanas a Santiago, provoca que buena parte de sus vecinos sean personas de avanzada edad y en gran medida el censo de población engorda con habitantes nacidos en otros concellos.

Mal de grandes y pequeños

El descalabro vegetativo afecta tanto a pequeños municipios como a cabeceras de comarca. Este es el caso de, por ejemplo, Santa Comba, cuyo balance negativo acumulado de los últimos veinte años es de 1.157 personas, muy cerca de las 1.108 registradas en Val do Dubra.

Ante esta situación, solamente municipios rurales como Santiso, Boimorto y Rois han apostado por establecer ayudas directas para favorecer la natalidad, si bien es cierto que Ames tiene una línea de subvenciones a las familias numerosas por un importe de 1.200 euros en un único pago.

Las aportaciones para los recién nacidos de Santiso y Rois ascienden a 600 euros, mientras que en Boimorto baja a 300 euros por cada recién nacido.

Cambre y Arteixo lideran la cifra de alumbramientos en el área coruñesa

Arteixo y Cambre son los municipios de la comarca coruñesa donde más nacimientos se registran. De hecho, su saldo vegetativo es positivo desde hace 20 años, mientras que en el resto de ayuntamientos suele prevalecer el número de defunciones al de recién nacidos. También Culleredo tiene cifras que lo consolidan como un municipio «joven», aunque tuvo altibajos.

Salvo excepciones, la mayor parte de los ayuntamientos no desarrollan políticas concretas para el fomento de la natalidad, pero sí potencian determinados aspectos que los hacen atractivos para que se asienten parejas jóvenes. En Arteixo, por ejemplo, juegan la baza del empleo, con dos grandes polígonos y con uno de los índices de paro más bajos de la comarca. Cambre es el otro municipio que durante los últimos 20 años registró un saldo vegetativo positivo. Y en la década del bum inmobiliario fue cuando se produjeron más nacimientos (en el año 2005 hubo una cifra récord de 264 nacimientos).

El de Noia es el único concello que estudia implantar algún tipo de ayuda a la natalidad

A diferencia de lo que ocurre en otras áreas de la provincia coruñesa, en Barbanza no existen ayudas directas para fomentar la natalidad. De hecho, tampoco entra en los planes a corto plazo de los concellos implantar propuestas de ese tipo y cuando se pregunta a los alcaldes por esta cuestión insisten en que la mejor manera de fijar población es apostar por la prestación de servicios que favorezcan la conciliación y ofrecer ventajas fiscales a las familias. El único que apunta a algún tipo de incentivo para favorecer el incremento de los nacimientos en el municipio es el regidor noiés, que sí lo prevé en los presupuestos de este año.

Santiago Freire alude a dos tipos de prestación. La primera, en realidad, tiene más que ver con la conciliación, y consiste en una línea de subvenciones dirigidas a las familias que quieran acceder a las guarderías, toda vez que Noia no cuenta con una escuela infantil pública y la única oferta existente es la privada.

Por otro lado, también estudia la implantación de ayudas directas pensadas para nacimientos múltiples de más de dos niños, o bien de gemelos en caso de que la pareja tenga ya otro hijo de corta edad. Todo esto está a la espera de quedar plasmado en el documento de los presupuestos, pendiente de aprobarse.

Intentos fallidos

Aunque ahora no existen, sí llegaron a otorgarse ayudas directas a la natalidad en concellos como el de Carnota, pero el intento resultó fallido. Durante el gobierno de José Oreiro se aprobó una prestación de 2.000 euros por cada nacimiento o adopción, 1.000 se entregaban tras la llegada a la familia del nuevo miembro, y los 1.000 euros restantes en los dos años siguientes.