El robo de cría de almeja provoca cada año pérdidas de 100.000 euros en Cabo

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La mayoría del bivalvo de pequeño tamaño sembrado por el pósito acaba esquilmado

06 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las elevadas pérdidas económicas que provoca el furtivismo en Cabo de Cruz -además de violencia en las playas y rencillas entre algunos vecinos tras años de turbulencias en el pósito- no resultan fáciles de cuantificar al desconocerse, con precisión, la cantidad de bivalvo que estos individuos extraen con todos los artilugios que tienen a su alcance. Se trata de cantidades ingentes de marisco en donde también hay espacio para la cría de almeja, un producto que el pósito crucense compra con fondos propios. Es por eso que esto sí que resulta posible cuantificar al hablar de pérdidas, y en el pósito fijan esa cantidad en 100.000 euros.

Las cuentas resultan claras. El actual cabildo mantiene una política de regeneración de los bancos marisqueros que, además de su cuidado con la retirada de sargazo y otros restos que perjudican al medio, conlleva la compra de cría de almeja. Un gasto que supera los 100.000 euros al año, pero del que, una vez sembrada la cría y tras el paso incontrolado de los furtivos, apenas queda nada.

Planteamiento jurídico

Es por eso que en el servicio jurídico del pósito se plantea llevar a la Justicia esta situación planteando el asunto como un delito de robo, más que de furtivismo, al existir la sustracción de un producto comprado con todas las garantías y que ciertos individuos roban de una concesión oficial a nombre de la cofradía de Cabo de Cruz. Pero la realidad, más allá del planteamiento jurídico o de las cuantiosas pérdidas que genera a una entidad, como la crucense, que arrastra pérdidas heredades desde hace años, es que las concesiones pierden la cría que tiene que garantizar el futuro laboral de muchas familias que viven del marisqueo, y esa es una situación que sí preocupa mucho a toda la masa social de Cabo de Cruz, ya sea dentro de la cofradía o fuera.

Mientras, la Policía Autonómica, y la Guardia Civil, siguen manteniendo su presencia en las playas de Boiro en las medida de sus posibilidades. Basta recordar que Boiro fue el ayuntamiento de Galicia en el que más denuncias se cursaron el año pasado, con 2.040 del total del expedientes cursados, 3.154.