Solidaridad

Joaquín Amills

BARBANZA

09 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El día 9 de marzo no supone para las familias de los desaparecidos, y para las asociaciones que trabajan con el ánimo de encontrarlos, una celebración. Es una jornada de reivindicación, de muestra de solidaridad y para solicitar a la sociedad su empatía y colaboración. También para dejar constancia, aunque sea por un día, del sufrimiento de las familias que son arrastradas a este drama por la ausencia de seres queridos. No podemos olvidar que los desaparecidos son víctimas, pero desde el minuto uno, las mismas familias pasan a ser también perjudicadas, y su sufrimiento va en aumento a medida que pasan los días, los meses, los años... El problema se agranda cuando a todas esas personas les faltan datos, o lo que es lo mismo, la verdad. Y esto hace que todo sea mucho más difícil de sobrellevar.

Considero que este 9 de marzo, por todo lo vivido en el 2016, tiene una especial importancia. Para empezar, y por primera vez y de forma activa, el Gobierno central se ha inmiscuido y comprometido con el problema a través de la creación de un Centro Nacional de Desaparecidos, además de con una apuesta firme por parte de la Secretaria de Estado de Seguridad. Hubo casos que marcaron un antes y un después, como el de Diana Quer, o como en su momento fueron los de Yéremi Vargas, Sara Morales o Marta del Castillo, todos ellos mediáticos pero que cambiaron la trayectoria de lo que estaba sucediendo. A veces pensamos que lo mejor para que resuelva una investigación así es que el caso se convierta en mediático, algo imposible, si tenemos en cuenta que cada año se producen 25.000 denuncias.

¿Y qué nos queda? Por encima de todo la solidaridad, ya que cuando se habla de un desaparecido, ya sea Diana Quer o de otras personas anónimas, no se habla de una sola, se habla de todos. Y para eso resulta fundamental el trabajo que hacen los medios de comunicación, como este, siempre atentos a cada alerta para ayudar en la medida de sus posibilidades. Galicia, y Barbanza, son zonas castigadas por las desapariciones que van más allá de Diana Quer y que, a veces, han terminado de forma trágica, algo que nos tiene que ayudar a seguir trabajando para mejoran de la misma forma que se progresó en el 2016, aunque sea acosta del sufrimiento de muchas personas.

Joaquín Amills es presidente de S.O.S. Desaparecidos