El anticiclón marca el inicio de la campaña de ensilado de la hierba

Actividad frenética en el campo barbanzano. La llegada del anticiclón que, como poco, traerá consigo una semana de buen tiempo, ha supuesto el pistoletazo de salida para el comienzo de la campaña de ensilado de la hierba. Forraje que, este año, debido a las bondades climatológicas que han marcado buena parte del otoño y el invierno presenta una calidad excepcional, lo que aumenta todavía más el interés de los agricultores por llevar a cabo estos trabajos cuanto antes.

Por esto, buena parte de las más de 3.000 máquinas agrícolas -entre tractores, remolques y segadoras- registradas en la comarca ya están a pleno rendimiento en una incesante labor que solo finalizará cuando regrese la lluvia. Porque, una vez se termine con el ensilado, en las mismas fincas se empezará a laborear la tierra con el fin de prepararla para la siembra del maíz, el cultivo más importante de las explotaciones lácteas.

Grandes segadoras

El proceso de ensilado comienza con la recolección de la hierba, que se realiza con unas enormes segadoras rotativas enganchadas al tractor que la deja en hileras. Posteriormente se esparce por la finca con un rastrillo mecánico para facilitar su secado y deshidratación. Tras día y medio al sol, se vuelve a poner en hileras, se recoge, pica y traslada al silo, donde se almacena, compacta y tapa con un protector plástico para impedir la entrada de aire y facilitar una mejor conservación.

La mayor parte de estos trabajos son contratados por los ganaderos a empresas de servicios especializadas que poseen maquinaria de gran tamaño con la que poder recolectar enormes cantidades de terreno en poco tiempo. Así, una moderna cosechadora consigue ensilar una superficie equivalente a más de quince campos de fútbol en una jornada normal de trabajo.

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