Futuro

Maxi Olariaga LA MARAÑA

BARBANZA

15 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Palabras del escritor inglés China Miéville: «Estamos en un fascismo incipiente». Palabras para meditar. La humanidad olvida con facilidad su pasado. En los días previos al triunfo de los fascismos de los años 30, la situación política y social se parecía mucho a esta tempestad en la que la nave de nuestra vida pierde irremediablemente norte, rumbo y tripulación. Capitaneada por una oficialidad canalla que se juega a los dados nuestra existencia, la carabela que un día fue de oro y volaba sobre la mar, impulsadas por el viento sus velas de seda, está a punto de naufragar en el abismo fatal que nos aguarda al otro lado del cabo del miedo. Falsos profetas, vendedores de humo, charlatanes vociferantes e incultos orgullosos de serlo, están al frente del poder y conducen a los que creen sus esclavos al precipicio líquido donde todo desaparece en la oscura boca del infinito.

No sé si estamos a tiempo o ciertamente nuestra hora ha llegado, pero más nos valdría considerar si un último grito es posible. Si un último acto de rebeldía, una resistencia activa y activada podría restablecer la república de la libertad y el respeto mutuo entre los seres humanos. A menos de cuatro horas de avión, al sur de nuestra iniquidad, miles de niños abanicados por las moscas mueren diariamente de hambre en los desmayados brazos de sus madres, mientras nuestras televisiones escupen cientos de recetas de cocina a cada cual más sofisticada. En nuestras fronteras millones de manos empujan los portones de occidente sellados con el lacre de la sangre derramada por los mártires. Y mientras, el desalmado Tío Sam avisa cada día de sus homicidas intenciones.