La presión urbanística hizo reaccionar a Greenpeace

La Voz

BARBANZA

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El colectivo alertó de la excesiva construcción en la costa

15 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace poco más de una década, cuando Barbanza era uno de los epicentros gallegos de la burbuja inmobiliaria, un importante colectivo ecologista puso sus ojos en la comarca para poner encima de la mesa los riesgos que entrañaba un elevado volumen de construcción, sobre todo de viviendas destinadas a los veraneantes. Tal día como hoy del 2006 se daba a conocer las conclusiones de un informe de Greenpeace, en el que alertaba de que la presión turística estaba saturando la costa de la comarca.

Se hablaba en aquel documento de la edificación de miles de viviendas destinadas a segundas residencias, así como de la masificación de terrenos situados en las inmediaciones del litoral. También se criticaba la construcción de paseos marítimos pegados a las playas.

El tiempo dio la razón a Greenpeace, pues buena parte de las viviendas construidas se quedaron a medias, y hoy son grandes moles de ladrillo y cemento, y otras están terminadas, pero cerradas a cal y canto, pues nunca fueron adquiridas.